Sinónimos de majestad

La majestad y la grandeza no está en ser uno señor, sino en que por tal le tengan.

La mayoría de los hombres que rodeaban entonces a Perón creyeron que yo no era más que una simple aventurera. Mediocres al fin, ellos no habían sabido sentir como yo quemando mi alma, el fuego de Perón, su grandeza y su bondad, sus sueños y sus ideales. Ellos creyeron que yo calculaba con Perón, porque medían mi vida con la vara pequeña de sus almas

El verdadero hombre siente su superioridad al reverenciar lo que realmente le supera. El corazón no abriga sentimiento más noble ni bendito.

Una de las mayores pruebas de mediocridad es no acertar a reconocer la superioridad de otros.

Matar a inocentes en nombre de Dios es una ofensa contra Él y contra la dignidad humana.

El arte de gobernar una nación exige el mayor cumulo de conocimientos y excelsas calidades de la inteligencia, afianzadas sobre dotes singulares de dignidad y desprendimiento.

Mirara hacia donde mirara, ya fuera hacia la tierra durmiente o a las vastas regiones del espacio, la magnificencia del mundo estaba más allá de la mente humana, se advertía la sublimidad de Dios y la majestad de su presencia.

Sentir que detrás de cualquier cosa que pueda ser experimentada existe un algo que nuestra mente no puede captar y cuya belleza y sublimidad nos alcanza indirectamente y como un débil reflejo, eso es religiosidad. En ese sentido yo soy religioso

Esa marometa que da el chiquillo en el aire expresa en un solo acto toda la alegría y la magnificencia de vivir.

La montaña oscurece y asume la púrpura magnificencia de las hojas en otoño

La contemplación de la grandiosidad de la naturaleza siempre confirió nobleza a mis pensamientos, haciendo que olvidara las preocupaciones cotidianas.

El aire de solemnidad que tan fuertemente había caracterizado el conjunto, incluso en los días de su uso, se veía considerablemente aumentado por los bastiones y los muros demolidos a medias y por las tremendas masas de ruinas, diseminadas a su alrededor, silenciosas y cubiertas de hiedra.

Quizás lo único que me propongo al escribir es quitarle a la literatura cierta solemnidad que tiene. Tengo poca relación con la crítica. Me importan los lectores, divertirme escribiendo y abrir un mundo que mezcle la aventura con la política y el humor.

Él, que, siendo el esplendor de su grandeza, es tanto mayor que los ángeles cuanto ha heredado nombre más excelente.

La belleza es el esplendor de la verdad.

La gente cuando miente pone invariablemente una cara seria. La seriedad de nuestros líderes políticos, ¡Pff!

Todos estos días actuaron con responsabilidad y seriedad sobre la cuestión.

La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores

A Dios lo que es de Dios... y lo digo sin reatos: Pastrana tuvo el coraje y la entereza de no gobernar para las encuestas, como debe hacerlo todo buen estadista.

Jaime, mi padre, antes de calmarse y abrir su tienda Casa Ukrania, había trabajado como artista de circo. (...) Podría pensarse que en mi infancia fui más influido por Jaime que por Sara, mi madre. Sin embargo, no es así. Si la severidad era la base de la educación que yo debía recibir, por ser hombre y no mujer, mi madre se esmeró en aplicarla.

El egipcio amaba la piedra dura de los enormes edificios; la severidad de su conciencia le hacía buscar siempre los problemas más difíciles.

Existe en la estupidez una gravedad que, mejor orientada, podría multiplicar el número de obras maestras.

Desde su nacimiento, el hombre lleva el peso de la gravedad sobre sus hombros. Está atornillado a la tierra. Pero el hombre no tiene más que hundirse bajo la superficie y ser libre.

Se llama aplomo la capacidad de enfrentarse a la guillotina sin perder la cabeza

Su excelencia José V. Stalin, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la Unión de las Repúblicas Soviéticas: Los 162 días de lucha épica para la ciudad que lleva para siempre vuestro nombre, y el resultado decisivo que todos los americanos celebran hoy, quedarán como uno de los capítulos más gloriosos de esa guerra de los pueblos unidos contra el nazismo. (5 de febrero de 1943).

El liderazgo no tiene que ver con la excelencia de tu trabajo y de tu comportamiento. Como ya he apuntado, se trata de realizar magníficamente tu trabajo en el puesto en que te encuentres.

No hay más Rey que Dios, ni más alteza que un cerro ni más Junta que la de dos ríos.

Nos hemos permitido numerosas licencias. Ante todo, hemos intelectualizado en gran medida a nuestro paladín [el príncipe]. Ha resultado imprescindible. Su alteza Serenísima andaba bastante a la greña con la pluma...

Tienes algo de Londres, pero mucho de Francia: una suma realeza y una noble elegancia palpitan en la seda de tu vestido gris.

Es bello obtener la realeza como premio a la justicia; pero es más bello aún preferir la justicia a la realeza

Y nunca a los amantes aconsejes / cuando tienen por gloria sus cuidados; / que es como quien predice a los herejes, / en sus vanos errores obstinados.

Si la gloria viene después de la muerte, no tengo prisa.

El bueno será siempre libre aunque sea esclavo; el malo, será esclavo aunque sea rey

Pienso que el rey es sólo un hombre como yo: la violeta le perfuma como lo hace conmigo

Refinada soberbia es abtenerse de obrar por no exponernos a la crítica.

Allí estaban de nuevo los bosques de robles, en las laderas los chopos orgullosos, afilándose, verdes. En grupos, y, no obstante, cada uno de ellos respirando su soberbia soledad, como los mismos hombres. Aquellos hombres de Artámila.

Inmerso en mi silencio eres el cielo que sostiene un arroyo, que levanta un árbol. En que un lucero corta su voz de eternidad.

Mi caballo era ligero como la luz del lucero que corre al amanecer; cuando al galope partía al instante se veía en los espacios perder.

Tienes algo de Londres, pero mucho de Francia: una suma realeza y una noble elegancia palpitan en la seda de tu vestido gris.

Prefiero encontrar la explicación de algo a que la realeza de los persas venga a mis manos.