Sinónimos de pira

La vida es una hoguera que quema toda ilusión la vida también regala gente divina de corazón.

Todo aquello que un novelista vive o siente, servirá de combustible para la hoguera insaciable que es su mundo de ficción.

El ardimiento juvenil en sus comienzos es fogoso, pero languidece fácilmente y no dura; es el humo de una fogata liviana.

La playa. ¿Porqué hacer una fogata con esta luna de verano?

Porque tus ojos son bellos, porque la luz de la aurora sube al Oriente desde ellos, y el mundo su lumbre dora.

Ningun borracho come lumbre

Tremendo contraste entre el crepitar del fuego en su comienzo y la paz de la ceniza

Desde entonces, el recuerdo de León fue como el centro de su hastío; chisporroteaba en él más fuerte que en una estepa de Rusia, un fuego de viajeros abandonado en la nieve.

Canta la noche en fuga por mi muerte, y el alma sale de mi rostro blanco.

Amo y al amar yo siento que existo, que tengo vida y soy mi fuga encendida en constante nacimiento.

Y no creáis, por cierto, que valéis menos porque los de Ciro, que antes se alineaban con nosotros, ahora hayan desertado. Pues éstos son peores incluso que los derrotados por nosotros; al menos en aquella batalla huyeron en dirección a aquéllos, tras habernos abandonado. A los que están dispuestos a comenzar la huida es mucho mejor verlos alineados con los enemigos que en nuestra formación.

Los relojes de arena no sólo nos recuerdan la veloz huida del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos

El sol tiende los rayos de su lumbre por montes y por valles, despertando las aves y animales y la gente: cuál por el aire claro va volando, cuál por el verde valle o alta cumbre paciendo va segura y libremente.

Donde el camino me llevó siempre una lumbre daba abrigo pero yo nunca conocí qué es una patria y un hogar.

Si alguno de los que pasen por la calle se detuviere, fijándose en la fachada de mi casa, haz fuego sobre él; si lo yerras, haz otro tiro, y si todavía lo yerras, ten por seguro que mi pistola no ha de errarte.

Por fin amaneció. Avanzó la aurora como una flor de fuego y retrocedió lentamente la oscuridad. El cielo se aclaró y la abrumadora belleza del paisaje surgió ante sus ojos como un mundo recién nacido.

Canta la noche en fuga por mi muerte, y el alma sale de mi rostro blanco.

Que si tu fuga fuera sobre verdes caminos y sobre las espumas, y te vieran mis ojos, seguirte yo sabría.

Los relojes de arena no sólo nos recuerdan la veloz huida del tiempo, sino también el polvo en el que alguna vez nos convertiremos

Tembloroso recuerdo esta huida del tiempo que se fue.