Sinónimos de drama

La diferencia entre la comedia y la tragedia es que en la comedia sus personajes encuentran la forma de sobreponerse a la tragedia.

En la tragedia sólo conmueve lo verosímil.

Todo lo que necesito para hacer una comedia es un parque, un policía y una chica guapa.

Escribir una comedia ayuda a poner las cosas en perspectiva. El mundo ha ido de tragedia en tragedia, de horror en horror, pero los seres humanos seguimos existiendo, enamorándonos y hallando alegría en la vida.

En la vida real, la farsa existe únicamente para los espectadores, nunca para los actores.

El esfuerzo para comprender el universo es una de las pocas cosas que eleva la vida humana por encima del nivel de la farsa y le imprime algo de la elevación de la tragedia.

No creo en el remordimiento: es una palabra de melodrama que jamás consideré auténtica.

Un teatro recibe el reconocimiento a través de su iniciativa

Cuando empecé a finales de los 50, todas las películas que hice - no importa qué el presupuesto fuese bajo - conseguí una representación de teatro de cada una. Hoy, a menos el 2o% de nuestras películas obtienen una versión teatral.

Es un dichoso infortunio el no tener hijos.

El mayor infortunio del hombre de letras no es quizá el hecho de ser víctima de las intrigas y la envidia de sus colegas y el verse despreciado por lo hombres poderosos, sino el verse juzgado por los necios.

Tú conjuras silencios, yo conjuro palabras intentando con ellas esquivar el infierno, que no está, como dicen, debajo de nosotros, sino que nos habita. Un estado mental en el que las estrellas se nos antojan pulgas que nos pican el alma. El infierno es un hombre que dialoga con su desdicha cada día.

Todos poseemos suficiente fortaleza para soportar la desdicha ajena.

La felicidad no necesita ser transmutada en belleza, pero la desventura sí.

La derrota cultural es la más abrumadora de las derrotas, la única que no olvidamos jamás, porque no podemos atribuirla ni a la propia desventura ni a la barbarie del adversario.

Cuando se ha perdido todo, cuando ya no se tiene esperanza, la vida es una calamidad y la muerte es un deber.

Son los gobiernos la peor calamidad y los más grandes enemigos de la especie humana

Ligera es la desgracia que puede sufrirse, y la que no, breve.

La envidia es natural al hombre y sin embargo, es un vicio y una desgracia a la vez. Debemos considerarla como un enemigo de nuestra felicidad y procurar sofocarla como a un mal demonio.

(...)La división tan sencilla como falaz hecha por el gobierno entre fascistas y demócratas, para estimular al pueblo, no se corresponde con la verdad. La heterogénea composición de los grupos que constituyen cada uno de los bandos (...) demuestra que hay al menos tantos elementos liberales entre los alzados como anti demócratas en el bando gubernamental.

No sé qué composición tendrán nuestras almas, pero sea de lo que sea, la suya es igual a la mía, y en cambio la de Eduardo es tan diferente como el rayo lo es de la luz de la luna, o la nieve de la llama.