En esta era de la información, conocer los sinónimos de cerril está al alcance de cualquiera, y es algo esencial para saber usar el lenguaje correctamente. Expandir nuestro vocabulario aprendiendo nuevos sinónimos de cerril es una buena forma de mejorar nuestro uso del lenguaje. En este artículo, exploraremos los sinónimos de la palabra "cerril" y cómo podemos usarlos para mejorar nuestro lenguaje y nuestra escritura.
Cansa menos andar sobre terreno accidentado que sobre terreno llano.
El arte necesita o soledad o miseria o pasión. Es una flor de roca que necesita del viento áspero y del terreno duro.
Yo no quiero olvidar que he encontrado en mi camino, bien áspero por cierto, una criatura generosa, tan bella de alma como de cuerpo, de sentimientos como de ideas, que tuvo la benevolencia de creer en mi.
Y si el río de mi amor se precipita por fragoso terreno, no importa, no hay río que no se abra paso tarde o temprano hacia el mar.
Mi vaso se ha quebrado como una carcajada.
Hoy estoy borroso y el cristal no esta empañado, y es porque alguien se ha olvidado del príncipe destronado que usa muñecos rotos y pinta sus sueños rotos en un mundo roto, quebrado por la angustia de otros, es la historia silenciosa que a gritos fue castigada, y hoy miro entre mis manos y ¿que encuentro? nada, nada...
Aquí estoy, en consecuencia, sola, en tinieblas, sin un galán indómito que se aventure a rescatarme. Sola con mis reminiscencias, con mi pasado turbulento, con mi angustia loca, con mi cresta ya no tan voluptuosa y mi pechuguita tierna.
Deje su indócil rareza tu numen desolador, que en el drama inmolador de nuestros mudos abrazos yo te abriré con mis brazos un paréntesis de amor.
Qué tal andas, Sófocles, con respecto al amor? ¿Eres capaz todavía de estar con una mujer?. Y el repuso: No me hables, buen hombre; me he librado de él con la mayor satisfacción, como quien escapa de un amo furioso y salvaje
La selección natural sólo pudiera haber dotado al salvaje de un cerebro poco superior al del antropoide, pero él posee uno que es muy poco inferior al de un miembro común de nuestra ilustrada sociedad
Otra con ella montaraz zagala juntaba el cristal líquido al humano por el arcaduz bello de una mano que al uno menosprecia, al otro iguala.
A lo largo la mano corre por la barandilla del mirador. Los montes en primavera.
Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del hombre agradecido
[Un científico tendrá] Temperamento enérgico dispuesto a resolver un problema; aplicación en las tareas y una fortaleza que lo mantiene erguido ante muchas cosas que podrán haberlo tumbado; y ante todo, perseverancia, un terco rechazo a desistir y a admitir la derrota.
Contra mis enemigos, terco y rudo, esgrimiré en la lid, que no me apoca, por lanza mi razón y como escudo mi carácter más firme que una roca
Te regalaría las estrellas, pero te has empecinado en un par de zapatos.
Dulce es al hombre en su penoso duelo, cuando el tormento pertinaz le aterra, decir burlando a la mezquina tierra: Allí es mi patria, y señalar el cielo.
Yo estaba obcecado por la idea de ser director de cine y pensé que la única forma de conseguirlo sería entrar en el estudio. Entonces, me vestí como un ejecutivo y fingí durante tres meses.
Tal vez acá y allá, algún tosco piloto cargado de años, metido en su rincón y del que nadie se preocupa, pueda hacer en secreto unos sondeos con una cuerda vieja y una plomada, y murmurar palabras de aviso que el capitán y los marineros no escuchen por estar demasiado ocupados.
Si el hombre no debe ahogar sus sentimientos, tendrá entonces que practicar la amabilidad hacia los animales, ya que aquel que es cruel con los animales se vuelve tosco en su trato con los hombres. Se puede juzgar el corazón de un hombre por su trato a los animales
Vuestro espíritu es arrastrado continuamente fuera de sus casillas y, sorprendido en la trampa de las tinieblas, construido con arte grosero por el egoísmo y el amor propio.
La política en una obra literaria es algo así como un tiro de pistola en medio de un concierto, algo grosero y a lo que no podemos, sin embargo, dejar de prestar atención.
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra...Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía...
Hitler habla durante dos horas. Me siento abatido. ¿Qué Hitler es éste? ¿Un reaccionario? Fabulosamente torpe e inseguro (... ). Ya no creo ciegamente en él. Esto es lo terrible: he perdido el apoyo interior. Sólo soy a medias.
¡Todo el mar no bastó para dejar sin huella el breve trigo que dejó tu beso!
Una tumba basta para aquél a quien no bastó el mundo.
¡Qué lástima, hombre, que para el intercambio de ideas nos vemos obligados a recurrir a los servicios de un intercambio tan burdo e infiel como es la palabra!
La impresión que tuve la primera vez que fui a Inglaterra es que, quitando las elites de las grandes ciudades y a Newton y Darwin, son unos bárbaros. Claro que eso es mucho quitar, pero los ritos antiguos, las familias comiendo un pedazo enorme de pierna de cordero, el modo de comportarse, el tipo burdo de trato... Y no digamos los alemanes.
Haz que los adversarios vean como extraordinario lo que es ordinario para ti; haz que vean como ordinario lo que es extraordinario para ti.
No hay otra forma de arte que vaya más allá del conocimiento ordinario como lo hace el cine, directo a nuestras emociones, profundamente al cuarto oscuro del alma
Recuerdo que, a la muerte de Pío XII, nos decíamos: ¿quién podría alcanzar sus cotas de sublimidad y trascendencia? Entonces vino Juan XXIII, un anciano regordete y bajito que al sentarse mostraba los pantalones debajo de las vestiduras sagradas. ¡Y ese hombre rústico nos trajo la renovación de la Iglesia!
Me gustaría disculparme, retractarme y fustigarme a mí mismo públicamente hasta obtener el perdón de las personas a las que de manera involuntaria hubiese o hubiera podido ofender a través de mi personaje Torrente, un ser despreciable, mezquino, mal cristiano, mala persona, guarro, zafio y grasiento, con el que, insisto, una vez más, no comparto ninguna de sus opiniones o visiones del mundo.
Venturoso o no, el amor auténtico se oculta; el pudor es la mitad de su poesía. Un amante es un iniciado; no elevará en el arroyo el ara ni el altar. No expondrá al escándalo las embriagueces de su victoria, ni la liquidación de sus desastres. Quizá sucumba en un rincón, mas no representará gratis, ante la tribu reunida, una escena vulgar de quinto acto.
Un hombre vulgar puede acabarse lo mismo que un gran hombre.
Se murió mi amigo bronco
Amo a este pueblo áspero (se refiere a los árabes nómadas), persistente, vivo, último ejemplo de las sociedades primitivas y que, al hacer alto a mediodía, tumbado a la sombra bajo el vientre de sus camellas, se burla, mientras fuma su chibuquí, de esa valiente civilización nuestra que tiembla de ira.
El Arte necesita soledad o miseria, o pasión. Es una flor de una roca, que requiere el viento áspero y el terreno duro.
Y así brota en el alma la rebelión de un sueño que es como un perro arisco que le gruñe a su dueño.
La belleza es una gran recomendación en el comercio humano, y no hay nadie que sea tan bárbaro o tan grosero que no se sienta herido por su dulzura.
¿Es acaso el mar con sus aguas pobladas de vidas, con sus playas, que fueron los primeros caminos empleados por el hombre, y su superficie infinita excitando en el bárbaro el deseo de recorrerla de una a otra orilla?
La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida.
Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
Acérquense los del fuego, los enamorados de la vida. Nos calentaremos con estos nuestros corazones hechos leña bajo este rudo temporal, pero contentos.
La plegaria es la primera y la última lección para aprender el noble y bravío arte de sacrificar el ser en los variados senderos de la vida.
Conocer los sinónimos de la palabra "cerril" puede ser útil por varias razones. En primer lugar, y como ya hemos comentado, conocer los sinónimos de cerril nos ayuda a expandir nuestro vocabulario, lo cual nos permite expresarnos de manera más precisa. Además en nuestro diccionario de sinónimos podrás conocer el uso y los matices de los sinónimos de cerril, con algunas frases como ejemplo.
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