Sinónimos de albedrío

... en el Estado y en gobierno, donde la suprema ley es la salvación del pueblo y que manda, quien obece en todo a la suprema potestad no debe ser considerado como esclavo inútil para sí mismo, sino como súbdito.

...hay que dejar a todo el mundo la libertad de opinión y la potestad de interpretar los fundamentos de la fe según su juicio, y que sólo por las obras se debe juzgar si la fe de cada uno es sincera o impía.

La codicia es el más feo y detestable de los pecados, porque se alimenta de su propio apetito y nunca se sacia, y su rapacidad aumenta consigo misma.

Unos tienen comida y no tienen apetito; otros tienen apetito y no tienen comida. Yo tengo ambas cosas. Alabado sea el señor.

Tenía algo de esa enervante característica que hace que un joven se convierta en no conformista por gusto y descubrió que la forma más segura de escandalizar a la mayoría de la gente en esa época, en aquel tiempo, era creer que algunos comportamientos eran malos y otros buenos, y que era razonable vivir la vida de esa forma.

El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral... Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda...

Puede que sea un inadaptado o quizá un hombre con las ideas demasiadas claras, tanto que resultan incompatibles con aquellos que manejan sus ideologías a su antojo y conveniencia para sacar mejor provecho de ellas

Mientras moran en mi mente me perjudican a su antojo y yo, sin enfadarme, los tolero con paciencia cuando en realidad no debería ser paciente con ellos.

Todo capricho surge de la imposición de la voluntad sobre el conocimiento.

Amistad nunca mudable por el tiempo o la distancia, no sujeta a la inconstancia del capricho o del azar, sino afecto siempre lleno de tiernísimo cariño, tan puro como el de un niño, tan inmenso como el mar.

Cuanto más se sujetan los pensamientos, más se concentra la mente, y consecuentemente gana más fortaleza y poder.

Si todos los que admiran a Shakespeare lo leyeran, ¡pobre Shakespeare! Acaso no fuese tan admirado, porque nada gana un poeta con ser leído, como nada gana un campo de flores con ser pisoteado.