Sinónimos de antojo

No me gusta hablar sobre el fracaso. Ni siquiera me gusta pensar en el fracaso. Cuando las personas me dicen que hay un nuevo alimento que causa cáncer, les digo: Háganme un favor: ni siquiera mencionen esa palabra.. No deseo escuchar nada de eso

Quiero que llegue, pero no deseo acercarme a tu voz y no quemarme.

Mi capricho es ley.

Si supieras todas las fuerzas internas que han terminado por agotarme, todas las locuras que me han pasado por la cabeza... Soy ante todo hombre de fantasía, amigo del capricho y de lo deshilvanado.

La gente goza de tan poca fantasía que tiene que recoger con ansia unos de otros esos pequeños adornos de la conversación. Son como traperos o colilleros de frases hechas.

Lo que distingue al hombre insensato del sensato es que el primero ansía morir orgullosamente por una causa, mientras el segundo aspira a vivir humildemente por ella

Sentarme a dibujar todos los días es algo que me gusta. Siempre me ha gustado dibujar, me ha gustado contar. O sea, el mío es un trabajo vocacional y el gusto lo sigo manteniendo.

Un verdadero gusto elegante generalmente se acompaña con la excelencia de corazón.

El arte es una especie de innata unidad que se apodera de un ser humano y lo convierte en su instrumento. El artista no es una persona dotada de libre albedrío que busca su propio beneficio, sino un arte que permite hacer realidad su propósito a través de él.

Lo que se llama libre albedrío no es más que el sentimiento de superioridad respecto de quien debe obedecer.

Así son los viejos: les complace pensar en la arbitrariedad como forma de los tiempos mejores.

No acepten lo habitual como cosa natural pues en tiempos de desorden sangriento, de confusion organizada, de arbitrariedad conciente, de humanidad deshumanizada, nada debe parecer imposible de cambiar

La pelea se gana o pierde muy lejos de los testigos. Detrás de las líneas de los gimnasios, allí afuera en la calle, mucho antes de que me vean bailar bajo estas luces.

La cortesía no cuesta nada y gana mucho.

Quienes viajan por el camino inferior de la mediocridad viven el software cultural del ego, la competición, la escasez, la comparación, la extravagancia y el victimismo.

... ¿cómo podemos pensar en la extravagancia de que una criatura femenina pueda tener mayor valor por tener una parte de su cuerpo poco más o poco menos abierta?

Los enamoramiento están enormemente sobrevalorados. El enamoramiento se compone de un cuarenta y cinco por ciento de miedo a no ser aceptado, de otro cuarenta y cinco por ciento de esperanzas maníacas de que, en esta ocasión, semejante miedo será desmentido; y, finalmente, de un diez por ciento de una frágil confianza en las posibilidades del amor.

El enamoramiento es un estado de miseria mental en que la vida de nuestra conciencia se estrecha, empobrece y paraliza.

He llegado a pensar que la violencia es una manía que se perpetúa a sí misma, el poder de los agresivos contra los más débiles. Los amigos me preguntan cómo puedo soportar el trabajo que hago. La respuesta es sencilla. Estoy decidida a destruir a los maníacos antes de que destruyan a más inocentes.

A otros les gusta coleccionar sellos; a mí me gusta inventar: una manía como otra cualquiera.