Sinónimos de sed

Ya no hay artistas como los de antaño, de aquellos cuya vida y alma eran el instrumento ciego del apetito de belleza, órganos de Dios mediante los cuales se probaba a sí mismo su existencia. Para ellos el mundo no importaba. Nadie supo nada de sus dolores. Se acostaban tristes todas las noches y contemplaban la vida humana con una mirada de asombro, igual que nosotros contemplamos un hormiguero.

El apetito viene comiendo; la sed se va bebiendo.

No poseo la verdad aunque la persigo, eso creo, lo importante es estar vivo de deseo

Hay un impulso fundamental en el mundo: el deseo de parecer importante

Amor mío, nos hemos encontrado sedientos y nos hemos bebido toda el agua y la sangre, nos encontramos con hambre y nos mordimos como el fuego muerde, dejándonos heridas. Pero espérame, guárdame tu dulzura. Yo te daré también una rosa.

No se puede no luchar y querer vencer, porque es como el que tiene hambre y se rasca un pie.

Dos tragedias hay en la vida: una, no lograr lo que ansía el corazón; la otra es lograrlo.

Dondequiera que encuentro una criatura viviente, hallo ansia de poder.

Julio. Mi primer afán fue conocer perfectamente el ingenio, costumbres, afectos, riquezas e inclinaciones de todas las gentes y sobre todo de los príncipes: quién convenía con quién, quién tenía diferencias con quién. A continuación procuré servirme de todas esas cosas en mi propio interés.

Cuando, entre las demás, de mi señora viene, a veces, Amor en el semblante, cuanto en belleza va ella por delante, tanto crece el afán que me enamora.

La pobreza impulsa el anhelo de cambio, de acción, de revolución. En una hoja de papel, desnuda, se pueden escribir las palabras más nuevas y hermosas y pintar los cuadros más originales y bellos.

Lágrimas, no fluyan más, y si vuestro anhelo es fluir, hacedlo con suavidad.

Lo malo es que la mayoría de los personajes que he visto ahora en el cine tienen que enseñar por ahí la bubi. Ojalá que no hubiera necesidad de hacer eso

Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo.

Por trepar a cogerla, se me partió la rama- ¡Ay manzanita roja, tentadora y falaz, de la copa del árbol risueña desafías la avidez de las manos, ilusión ideal!

Así como la lluvia penetra en una casa mal techada, la avidez penetra en una mente no desarrollada.

Hay películas excelentes que poseen errores técnicos. Y películas técnicamente muy bien realizadas, pero de un vacío y de una sequía interiores que da pena. Para mí es mucho más importante la inspiración, las ganas de decir algo, de hacer algo. Lo demás es menos importante.

Si un partido político se atribuye el mérito de la lluvia, no debe extrañarse de que sus adversarios lo hagan culpable de la sequía

Los hombres que en Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y otras regiones talaban los bosques para obtener tierra de labor, ni siquiera podían imaginarse que, al eliminar con los bosques los centros de acumulación y reserva de humedad, estaban sentando las bases de la actual aridez de esas tierras

Todos probablemente piensan que soy una ninfómana perdida, que tengo un insaciable apetito sexual, cuando la verdad prefiero leer un libro

Las mujeres, que han amado tanto, no conocen el amor, por haber estado demasiado ocupadas con él; no tienen un apetito desinteresado por lo Bello.

Amar sin deseo es peor que comer sin hambre.

El mejor arte es el de besarte, la mejor canción los latidos de tu corazón, el mejor sueño que tú seas mi dueño y el mejor deseo decirte que te amo

Donde existe una necesidad nace un derecho.

La satisfacción de una necesidad crea otra.

Hay películas excelentes que poseen errores técnicos. Y películas técnicamente muy bien realizadas, pero de un vacío y de una sequía interiores que da pena. Para mí es mucho más importante la inspiración, las ganas de decir algo, de hacer algo. Lo demás es menos importante.

Cuando llegue la hora de mi muerte, no sentiré haber vivido en vano. Habré visto los crepúsculos rojos de la tarde, el rocío de la mañana y la nieve brillando bajo los rayos del sol universal; habré olido la lluvia después de la sequía y habré oído el Atlántico tormentoso batir contra las costas graníticas de Cornualles

Los hombres que en Mesopotamia, Grecia, Asia Menor y otras regiones talaban los bosques para obtener tierra de labor, ni siquiera podían imaginarse que, al eliminar con los bosques los centros de acumulación y reserva de humedad, estaban sentando las bases de la actual aridez de esas tierras