Sinónimos de avidez

La avaricia tiene ansia de dinero.

La inquietante atracción de lo real: fundamento del ansia de comprobar nuestra existencia dentro de una dimensión perceptible o experimentable por otros. En ello concurren las falacias del espacio y del tiempo que son deducciones obtenidas a partir de presupuestos no experimentables.

Un anhelo común los aliaba: la lucha contra las injusticias. Al mezclarse en esa forma con la población, los estudiantes reafirmaban su fe en la causa por la que peleaban y se disponían con más bríos a trabajar para conseguir el triunfo.

Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho.

¡Mi único deseo es conocer el mundo y las comedias que en él se representan!

La moda es la ciencia de la apariencia, y que inspire a uno el deseo de parecer más que de ser.

Y muchas veces vacías la copa en tu afán de llenarla.

El amor sin ternura es puro afán de dominio y de autoafirmación hasta lo destructivo. La ternura sin amor es sensiblería blanda incapaz de crear nada.

No me caigo bien a mí mismo, dijo alguien para explicar su propensión a la sociedad. El estómago de la sociedad es más sólido que el mío, me aguanta.

Pero a mí nada me entusiasmaba tanto como el mar, y dominado por este deseo, me negaba a acatar la voluntad, las órdenes, más bien, de mi padre y a escuchar las súplicas y ruegos de mi madre y mis amigos. Parecía que hubiese algo de fatalidad en aquella propensión natural que me encaminaba a la vida de sufrimientos y miserias que habría de llevar.

Unos tienen comida y no tienen apetito; otros tienen apetito y no tienen comida. Yo tengo ambas cosas. Alabado sea el señor.

La sociedad está compuesta por dos grandes clases: aquellos que poseen más comida que apetito, y los que tienen más apetito que comida

El hambre posee una virtud: al menos te hace saber que sigues vivo.

La parte de la humanidad que no conoce el hambre tiene en su poder la pobreza del mundo.

Aparece a veces sobre la tierra una especie de continuación del amor en que aquel ávido deseo que experimentan dos personas, una hacia otra, deja lugar a un nuevo deseo, a una ansia nueva, a una sed común, superior, de un ideal colocado por encima de ellos, mas, ¿quién conoce ese amor? ¿Quién lo ha sentido? Su verdadero nombre es amistad.

Cuántas veces ardían hogueras en el pozo de tus sueños, jaurías de tempestades que guardaron su sed bajo el humo de un arcángel, la humedad del relámpago para tu voz de fuego.

El capitalismo es el sistema. La democracia actual es una forma de organizarse dentro del sistema. En el capitalismo es donde está el gran problema. La voracidad de esa bestia es infinita

En la voracidad insaciable de poder, consumismo y falsa eterna juventud, los extremos débiles son descartados como material desechable de una sociedad que se torna hipócrita, entretenida en saciar su vivir como se quiere (como si eso fuera posible), con el único criterio de los caprichos adolescentes no resueltos

Es en nosotros un deber de humanidad tener a disposición de todos los bienes que Dios quiso fuesen comunes, ya que a todos los hombres entregó la tierra para que se sustentaran con sus frutos y sólo la rabiosa codicia pudo acotar y acaparar para sí ese patrimonio divino, apropiándose los alimentos y las riquezas dispuestas para todos los humanos. De rege et regis institutione

Eso había acabado por decidir la línea de acción, la pura codicia de poseerla.

Mi mayor ambición es nunca aburrirme. No soy lo suficientemente agresiva para correr con todas mis fuerzas después de ser actriz.

Me propuse alejar de mí toda sospecha relativa a sentimientos de ambición que nunca tuve.

Sólo hay una avaricia honrosa: la de las palabras

La avaricia desgarra al pobre.

La cólera se transforma muy fácilmente en concupiscencia agresiva y la pena, si se la da una oportunidad, se convierte, de modo casi imperceptible, en la sensualidad más deliciosa.

El mundo lo llama placer. Mi tío lo colecciona -lo mantiene limpio y ordenado, en estantes protegidos, pero lo conserva de un modo extraño no para su propio deleite, no, eso nunca; más bien, porque proporciona combustible para la satisfacción de una curiosa lujuria. Me refiero a la concupiscencia del bibliotecario.

Las ganas de avanzar cuando me atrapa la desidia, dice: para conseguirlo solo hace falta que creas

Se puede experimentar tanta alegría al proporcionar placer a alguien que se sienten ganas de darle las gracias.

Está a menudo vinculada a la codicia y el materialismo del mundo desarrollado

Aquél que desdeñe la caída de la mortalidad infantil y la gradual desaparición de las hambrunas y de las plagas puede arrojar la primera piedra sobre el materialismo de los economistas