Sinónimos de proyectil

No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.

Para echar abajo a un león basta herirlo con una bala o con un dardo; pero una vez que un reptil se ha enredado a la punta de una roca o al tronco de un árbol, hay que arrancarlo a pedazos. En la política es lo mismo; los ministros orgullosos caen al primer tiro; culebras se pegan mucho

Son cada vez más las bases militares de países occidentales asentadas en Asia y África. Estos países dicen abiertamente que las armas atómicas son convencionales y se preparan para una guerra atómica. Los pueblos asiáticos no pueden olvidar que la primera bomba atómica cayó en su territorio ni que la primera víctima de las pruebas de la bomba de hidrógeno fue asiática.

Nosotros los humanos, somos una manifestación extremadamente importante de la bomba de replicación, porque es a través nuestro, a través de nuestros cerebros, de nuestra cultura simbólica y de nuestra tecnología, que la explosión podrá alcanzar el siguiente paso y reverberar por el espacio profundo.

Mejor ser un cohete caído que no haber resplandecido nunca.

Hay naturalezas nerviosas que se estremecen cuando estalla un cohete y nada sienten cuando truena el cañón. Hay almas que se escandalizan de una falta y no se alarman ante un crimen

Al patrón y al pichón, con perdigón

Ese beso que a tiempo me pediste temblando esta noche en mis labios es granada en sazón.

El último día de mi vida será el primero en que la Nueva granada no me verá ocupado de su independencia, de su honor y de sus libertades

Al envejecimiento debemos ir poniendo por dentro como el melocotón, aunque por fuera nos vayamos asemejando a una ciruela pasada. Si no ¿de que vale?

Al borde incluso el aroma a ciruela se vuelve pecoso.

No hay mejor maestro que el astuto, te enseñara a vender el plomo por oro.

Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.

En todos los espejos de los hoteles estaba ella con cabellos rubios, en desorden y traje amarillo y arrugado... Se tiró sobre la cama y observó sus pies dorados por el sol. Sus sandalias estaban muy gastadas.

Pude pegarme un tiro o mirar al cielo y crecer. Elegí lo segundo