Sinónimos de morro

¡Qué fríos son, esos sabios! ¡Que el rayo caiga sobre sus alimentos para que su hocico aprenda a comer fuego!

Crepúsculo matinal. El hocico de la rana exhala la luna.

La ancianidad... me da descaro y me torna invulnerable.

Bronca porque matan con descaro pero nunca nada queda claro, bronca porque roba el asaltante pero también roba el gobernante.

Ségolène representa el ímpetu personal, la frescura de ánimo y el optimismo, la determinación de presidir haciéndose acompañar, la vocación de dirigir antes que la de mandar; como hemos hecho en España.

Felicidad, no supe hasta este día que como un abanico entre sus pliegues guarda en sí ese paisaje deseado del aire, tú en ti misma te encerraras, sin que el hombre cansado consiguiera ver llegar a sus sienes la frescura de tu aliento.

Hay quienes van más lejos. Incluso oyen el rumor de la lluvia, sienten las frías gotas en la espalda y en la nuca, miran el puente y a los hombres como si se vieran allí retratados, en esa carrera que nunca llega al fin de un camino sin fin eternamente por recorrer, y en su desfachatez creen que en realidad así es.

La insolencia es el escudo de la desvergüenza y la fortaleza de la cobardía

La mentira, que una vez fue un medio liberal de comunicación, se ha convertido hoy en una más entre las técnicas de la desvergüenza con cuya ayuda cada individuo extiende en torno a sí la frialdad a cuyo amparo puede prosperar.

Es un animal de cresta colorada que habita el monte y de vez en cuando baja al llano al grito de ¡rediós! atacando al hombre.

Ninguna nube en el monte Tsukuba. Rubias libélulas.

Se apoyaron sus brazos sobre la mesa y la rubia cabeza se desplomó pesadamente sobre ellos. Una mirada más de eterna despedida y se cerró la puerta tras de mí. Había empezado a abrirse entre nosotros el inmenso abismo de la separación

No me gusta que me confundan. En mi país hay grandes escritores y poetas. Yo, a veces, le arrimo el bochín a la poesía. Es sólo una arrimada. No me comparen. Pegar un grito en el cerro no es acercarse al sermón de la montaña.

No hay peñasco sin nombre.

El genio es un ajustamiento promontorio del infinito.

Pero en el espíritu, al que lo infinito dotó de alas, el sueño es más real que todas las verdades. El mundo no es; se crea cada vez que el estremecimiento de un principio atiza las ascuas de nuestra alma. El yo es un promontorio en la nada que sueña con un espectáculo de realidad.

He aquí el más profundo secreto que nadie conoce (he aquí la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece más alto de lo que un alma puede esperar o una mente puede ocultar) y éste es el prodigio que mantiene a las estrellas separadas

Comencé muy alto y me he labrado mi decadencia.

El sabor de tus labios queridos permanece en mi boca con un gusto de flor, que es el tuyo, mi diamela, y hasta el vacío de mis brazos conserva todavía la suavidad de tu cintura.

Y sin querer queriendo, fue que tu boca se aferró a mi boca

Con esta moneda me voy a comprar un ramo de cielo y un metro de mar, un pico de estrella, un sol de verdad, un kilo de viento, y nada más.

Vuelo como una mariposa, pico como una abeja

Que la mortalidad se rinda y se haga dulce al chocar con el labio y con la lágrima

Mientras haya unos ojos que reflejen los ojos que los miran; Mientras responda el labio suspirando al labio que suspira; Mientras sentirse puedan en un beso dos almas confundidas; Mientras exista una mujer hermosa,¡Habrá poesía!