Sinónimos de lámina

La justicia es unas estatuas feas en las plazas de las ciudades. Ninguna de ellas me gusta ni poco ni mucho -no son diosas ni mujeres. Yo amo la justicia de las mujeres sin túnica y sin divinidad.

Al que te abofetee en la mejilla derecha ofrécele también la otra: al que quiera pleitear contigo para quitarte la túnica déjale también el manto; y al que te obligue a andar una milla vete con él dos. A quien te pida da, y al que desee que le prestes algo no le vuelvas la espalda

Con las ventanas de su mente abiertas de par en par, todo lo percibía con una enorme profundidad exceptuando la pantalla del televisor que tenía delante y, como esos viajeros que al regresar después de un largo viaje encuentran sus casas, sus cosas y sus habitaciones extrañas, pequeñas, distintas y viejas, miraba sorprendida los objetos que la rodeaban, las mesillas y las arrugas de las cortinas.

Por el amor de Dios, no os bajéis la puta película e id al cine. El laberinto del fauno es una labor de amor muy profunda de mi parte y no sólo una película más en la lista del e-mule. Vedla en la pantalla grande y en algún lugar del mundo, un gordo sonreirá.

Nunca he hecho una película que me haya satisfecho por completo.

Acabaré esta película aunque lleve al estudio a la ruina.

Del mismo modo, tampoco la idea de la necesidad histórica menoscaba en nada el papel del individuo en la historia: toda la historia se compone precisamente de acciones de individuos, que son indudablemente los actores.

Y solo ante el papel puedo eliminar tensión, él me entiende y no me cobra 80 euros por sesión

Como se arranca el hierro de una herida su amor de las entrañas me arranqué, ¡aunque sentí al hacerlo que la vida me arrancaba con él!

Los envidiosos son víctimas de su carácter como el hierro de la herrumbre.

Yo soy el puto hijo de puta del año, mi puto grupo suena en tu puta cara facha como antaño

Soy un perro atónito dispuesto a morder a cualquier facha hijoputa que nos quiera joder

Entre mis telas se traza el balancín, el columpio, la risa mientras nos lanzamos al viento y los velos se avuelan y los cuerpos se acuerpan.

El carácter de un hombre traza su destino.

¿Acaso no existe en mi cuerpo una especie de limbo de la memoria donde todos los recuerdos cruciales van acumulándose y convirtiéndose en lodo?

Existió sin existir en ese limbo entre la vida y la muerte que es el purgatorio de los locos.

Madrid es una urbe donde nadie te da lata con las cuestiones identitarias.

Al final, utilizas Internet cuando lo necesitas. Es como cuando empiezas a ir al supermercado, que compras todas las ofertas y después ya sabes que tienes que comprar una lata de atún y un bote de suavizante.