Sinónimos de dedicación

La renta es más segura que la economía: la economía es hija del orden y de la asiduidad

<<Yo>> y <<mí>> dialogan con demasiada asiduidad

Ambición y amor son las alas de las grandes acciones.

Infiel como el ala de los pájaros infieles tú siempre serás mía: los eucaliptus sangraban, un caballo ciego fue a agonizar entre los rieles porque no quería ver el fin de nuestro amor mientras se marchitaban los dedales de oro sembrados por un loco. Tú siempre serás mía. Infiel como el ala de los pájaros infieles.

Todo ser humano que muere representa una obra teatral con un solo personaje: él mismo.

Toda enseñanza moral no avalada con el ejemplo de quien la dicta obra en el alma del que la recibe en sentido contrario.

El celo es ciego, o terriblemente controlado, cuando interfiere con el bienestar ajeno.

Tengan presente que trabajan por Dios y para Dios y de este modo trabajarán con celo y con gusto en medio de los sinsabores y espinas que ofrece el grave cargo del magisterio.

Ahora incluso sus enemigos habían perdido el interés por él. ¿Qué signo más claro de fracaso que ése?

Hay amor propio en el amor como hay interés personal en la amistad.

Lágrimas, lágrimas ¡Extraño! Lavan mi corazón y siento ganas de bromear.

Pero cuando me enamoré con el piano, yo sabía que era yo. Me moría de ganas de tocarlo.

En la epopeya hay que mostrar, hasta en los rasgos del personaje, el destino que le aguarda, como se prevé el sacrificio hasta en el arreglo de las flores que servirán de corona a las víctimas.

En el amor desinteresado de un animal, en el sacrificio de sí mismo, hay algo que llega directamente al corazón del que con frecuencia ha tenido ocasión de comprobar la amistad mezquina y la frágil fidelidad del Hombre natural.

La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo, discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿Y por qué había de saltar de improviso el evento impensado?.

Y era como si a su obra le faltase el fervor de esa alegría ágil que, como ninguna otra cualidad, produce el encanto del público.

Debo admitir también que, incluso si todos los sabios, durante varias edades, se hubieran consagrado a un estudio infructuoso sobre cualquier tema, de todas forma podría ser precipitado concluir decididamente que éste sobrepasa, por ello, toda comprensión humana.

Como dijo Brad Steiger, los manicomios están llenos de gente que emprendió alegremente el estudio de lo oculto sin tener verdadero control sobre lo común y corriente.