Sinónimos de ama

Ya te vas y me siento como helada, en qué me equivoqué, ya no entiendo nada, si soy una mujer dueña de su tinta dueña de su papel.

Es cierto que tú que nunca lo has usado, eres también dueña de él

Soy la señora de al lado cuando no estoy en el escenario.

La razón es reina y señora de todas las cosas.

Te llegará una rosa cada día, augurándote tiempos de ventura; compañera total del alma mía, propietaria de toda la ternura.

Bruguera era propietaria de la idea de los dibujos, de los guiones, de tu padre, de tu madre: de todo. Podían publicar Mortadelo o cualquier cosa sin contar conmigo. Acudí a los tribunales y el litigio duró tres años.

Un hombre sin carácter es una nodriza sin leche. Un soldado sin armas, un viajero sin fondos

Y como si yo hubiera sido, en un cuento de hadas, la nodriza de una princesita, reconocí el pequeño lunar en su flanco.

Piense en la economía como algo más parecido a un gato que a una lavadora, es decir, las políticas dirigidas a la estabilidad y la ausencia de ciclos están fuera de lugar, el Estado debe ser sólo un mecanismo de urgencia y no una niñera

Creo que se ha exagerado la importancia del ordenador en la educación. Yo preferiría que los chicos hicieran trabajos prácticos en laboratorios y que aprendieran manualidades: carpintería, electricidad, plomería. Se ha descuidado la experimentación. Lo que pasa es que el ordenador es mucho más barato, una especie de niñera electrónica.

La virtud no teme a la luz, antes desea venir siempre a ella; por es hija de ella, y criada para resplandecer y ser vista.

Muchas veces en cuero por falta de papel, y en pedazos de cartas, algunos tan pequeños que apenas cabían seis versos, que no me costó después poco trabajo juntarlos; y por esto, y por la humildad con que va la obra, como criada en tan pobres pañales; acompañándola el celo y la intención con que se hizo, espero será parte para poder sufrir quien la leyere las faltas que lleva.

El lenguaje no es el aya sino la madre del pensamiento.

Soy la maldita mejor dama que ha existido.

En efecto, la dama que debía conducirme era, como ya lo dije, de una belleza perfecta y de un aspecto tan arrogante que al principio la tomé por la princesa misma.