Sinónimos de altivez

El orgullo de quienes no pueden edificar es destruir.

La vulgaridad transforma el amor de la vida en pusilanimidad, la prudencia en cobardía, el orgullo en vanidad, el respeto en servilismo.

Poseo tres perros feroces: ingratitud, soberbia y envidia. Cuando estos tres perros muerden, la herida es muy profunda

La soberbia es el vicio de los ignorantes.

El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la duda.

Todo arrogancia es odiosa, pero la arrogancia del talento y de la elocuencia son de las más desagradables

Pronto cansa la altanería de una mujer hermosa; nunca aburre la de una mujer buena.

Los que nacen con la conciencia superior de los destinos de su vida, nada los fascina ni embriaga, porque no sólo tienen el más profundo desdén por todos los poderes de la tierra, sino también, por cuanto pudiera desviarlos de su propia recta orientación.

Es curioso cómo juzgamos a los demás y no nos damos cuenta de lo miserable de nuestro desdén hasta que nos faltan, hasta que nos los quitan. Nos los quitan porque nunca han sido nuestros

La vanidad es hija legítima y necesaria de la ignorancia; el hombre es un ciego que no sabe verse a sí mismo.

La vanidad propia le dice al hombre qué es honor: la conciencia le enseña qué es justicia.

Es tan necia presunción perdonar la vida a los hombres como el corazón a las mujeres.

El cuerpo interrogado en el suplicio es a la vez el punto de aplicación del castigo y el lugar de obtención de la verdad. Y de la misma manera que la presunción es solidariamente un elemento de investigación y un fragmento de culpabilidad, por su parte el sufrimiento reglamentado del tormento es a la vez una medida para castigar y un acto de información.

La modestia contribuye al progreso, y el engreimiento conduce al atraso.

Cuando la arbitrariedad y la ilegalidad se atreven a levantar la cabeza con insolencia e impudicia, es siempre un signo seguro de que los llamados a defender la ley no han cumplido con su deber.

Detrás de la insolencia viene el insulto; más con los modosos está la sabiduría.

El aeronavego astral que habitó la Tierra en la civilización caldea trajo entonces naves con formas de gigantescos peces rojos y las usó para portar humanos seres al planeta Ki En Ki. Hoy de nuevo traerá sus gigantes naves rojas para igual salvar de los tres humos a los seres terrenos y por tales al Ki En Ki. ¡Les regresará en el año 2000!

Imagínate tú que hace siglos que has muerto. No te preguntan las cosas, si pasas, quién eres. Procura un instante pensar que tus brazos no pesan. Son nada más que dos cañas, dos gotas de lluvia, dos humos calientes.

De vez en cuando me fumo un recuerdo, su humo se pone delante y no me deja ver tanta estupidez coexistente.

Vendedores de humo

El fuero para el gran ladrón, la cárcel para el que roba un pan.

Y entre buenos es fuero que valga más la virtud que el dinero.

El poeta es un rey en su reino. Su imperio es la imaginación, en la que hay mansiones ilimitadas.

Siempre la lengua fue compañera del imperio

Cuando estuve encarcelado, comprendí otra cosa: que se puede tener a un solo hombre por todo auditorio y, a través de él, hablar a toda la humanidad. Sin gritar: en voz baja, con una entonación muy de charla, muy íntima.

Sonaba tan real, tan cercano. Sólo cuando desaprobaba mi conducta, como ahora, emergía el verdadero recuerdo de su voz, la textura aterciopelada y la entonación musical que la convertían en el más perfecto de los sonidos.

Voy a gastar mi dinero en regalos, quiero dar vacaciones a mi ego y liberar al caos, no guardare ni un duro para el cementerio...

Mi ego murió el día en que tomé mi primera dosis de LSD.

Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo y el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer.

En el desprecio de la ambición se encuentra uno de los principios esenciales de la felicidad sobre la tierra.