Sinónimos de alrededores

Hay personas que no podemos ver el alma, pero si sus cercanías

¿O fue creado para estar siquiera un momento en las cercanías de tu corazón?

Aprehender, sí. Primero asimilando los matices y contornos ocultos. Lo húmedo, lo tibio, y si soy afortunado el rumor de tu sangre abriendo zanja en la vida.

Tiene en su poder la luz y la sombra, pero su luz no ofende nunca, y su oscuridad aún deja ver los contornos claros.

Yo te contemplo, absorto, y en mi entusiasmo creo que eres una duquesa que sale de paseo hacia las pintorescas afueras de París.

Se sentó al lado en el asiento que había dejado y observó a los suburbios de Filadelfia, en sus somrbías llagas y extraños rincones.

La vecindad de semejante compañero, lejos de anonadarme, me inspiraba un terror magnifico.

Todo saber analítico está, pues, invenciblemente ligado a una práctica, a esta estrangulación de la relación entre dos individuos, en la que uno escucha el lenguaje del otro, liberando así su deseo del objeto que ha perdido (haciéndole entender que lo ha perdido) y liberándolo de la vecindad siempre repetida de la muerte (haciéndole entender que un día morirá).

Y dale alegría, alegría a mi corazón, afuera se irán la pena y el dolor. Y ya verás, las sombras que aquí estuvieron ya no estarán.

¿Hay alguien más que se le haya muerto el perro, el canario, o un abuelo, y quiere dejar la Academia? Ahí afuera hay mucha gente currando a la que se les mueren familiares pero no abandonan su trabajo

El proceso de desintegración avanza en riguroso orden desde la periferia al centro, de forma que el desprendimiento de las últimas posesiones ultramarinas parece ser la señal para el comienzo de la dispersión intrapeninsular

Un Hombtre en la periferia de la cordura.

El contorno debe ser lo último y sólo un ojo experimentado lo puede colocar correctamente.

Donde el silencio ya no dice nada porque nadie lo oye; a esta hora que no es la noche aún sino en los vacuos rincones en que ardieron nuestros ojos; donde la rosa no es ya sino el nombre sin rosa de la rosa y nuestros dedos no saben ya el contorno de las frutas ni los labios la pulpa de los labios.