Sinónimos de ventolera

Una taberna es un lugar en donde la locura es vendida en botella.

Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros.

Cuando un amante trata de crueldad la esquivez de su amada o el gusto de ella en hacerle sufrir, esto no es verdaderamente una hipérbole

El arte no es en absoluto el fruto de las costumbres. el arte nada tiene que ver con la moral... Yo renunciaría con gusto a mis derechos de francés y de ciudadano por ver un cuadro auténtico de Rafael o una hermosa mujer desnuda...

Contemplo el cosmos, veo su inmensidad y me formulo tantas preguntas de golpe que llego a sentirme mal, a marearme, incapaz de deglutir tanta inmensidad sintiendo nuestra gigantesca pequeñez.

La habilidad que tengo es la de absorción de litro y medio de agua de un solo golpe por vía anal, si quieren pídeme una palangana y lo demuestro esto lo hace muy poca gente.

Todo horizonte, todo caminos. Marisela: rescatada de la barbarie por virtud del amor y de la voluntad civilizadora.

Mi estado de espíritu hace la síntesis de esos estados llamados optimismo y pesimismo y los supera: soy pesimista por la inteligencia, pero optimista por la voluntad

La única diferencia entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho dura algo más.

Si comprendemos el mecanismo y los motivos de la mente colectiva, ¿no sería posible controlar y reglamentar a las masas a nuestro capricho sin que se den cuenta? La práctica reciente de la propaganda ha demostrado que es posible, al menos hasta cierto punto y dentro de unos límites.

tara no es una diosa a la que haya que adorar. tara es la Tierra. tara somos nosotros, todos nosotros.

Digo la tara, y no me entiende nadie; digo la tara y la rejama, y ya me entienden muchos; digo por fin la tara y la rejama, el tomero y el romillo y veo que me entienden todos. El injusto poder de convicción de los sistemas viene del hecho –por lo demás, epistemológicamente necesario- de que el cerebro humano sea tan inercialmente, tan formalísticamente, analógico y combinatorio

Paciencia, (...), y perseverancia ya que, por desgracia, no encontramos todo de acuerdo con nuestros deseos.

Esto se llama perseverancia en una buena causa y obstinación en una mala.

Si cultivas con excesivo mimo el jardín secreto de tu alma, puede llegar a hacerse demasiado exuberante, a desbordar el espacio que le corresponde y, poco a poco, a invadir otras regiones de tu alma que no estaban llamadas a vivir en secreto. Y así puede ser que tu alma entera acabe convirtiéndose en un jardín cerrado y, pese a su esplendor y su perfume, sucumba a su propia soledad.

El mimo es teatro profundo responsabilizando al cuerpo y al movimiento a una máxima dificultad para hacer visible lo invisible. El mimodrama es gramática y lenguaje en el silencio de los mimo

El noble sólo busca la verdad y no se aferra con ciega obstinación a su criterio.

Quiero por los dos mi copa alzar para olvidar mi obstinación y más la vuelvo a recordar.

En México, todavía, el valor de caudillos, mártires, artistas notables y valores del hogar sólido se determina por el número de estatuas que consiguen, y por la mezcla de terquedad y docilidad con que monumentos y bustos aceptan el avance omnívoro de lo urbano. Y que se cuiden los iconoclastas. Ya lo advirtió Jean Cocteau: El riesgo de un destructor de estatuas es convertirse en una.

No debemos tomar la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender nuestras opiniones.

El no ser codicioso es ser rico, y el no tener la manía de comprar es una renta

No sentir la avidez de riquezas es una gran riqueza; no tener la manía de gastar es una renta

Las ideas fijas nos roen el alma con la tenacidad de las enfermedades incurables. Una vez que penetran en ella, la devoran, no le permiten ya pensar en nada ni tomar gusto a ninguna cosa.

La tenacidad es confundida frecuentemente con la obstinación

Cuando el impulso de jugar repentinamente invade a un adulto, esto no significa recaída en la infancia. Por supuesto jugar siempre supone una liberación. Al jugar los niños, rodeados de un mundo de gigantes, crean uno pequeño que es el adecuado para ellos; en cambio el adulto, rodeado por la amenaza de lo real, le quita horror al mundo haciendo de él una copia reducida.

Siendo Buenos Aires la única base posible de un gobierno general, el único centro de donde podría partir un impulso vigoroso y una inmensa masa de recursos puestos al servicio de la comunidad...

El ímpetu del corazón, engaño encantador, nos hace sufrir muy pronto.

Nosotros los alemanes estamos inmunizados contra la debilidad y el abatimiento; y así, las adversidades de la guerra sólo contribuirán a incrementar nuestra fuerza y resolución, y a darnos una actividad combativa que nos permita superar todas las dificultades y obstáculos con ímpetu revolucionario.

Me dieron a luz mediante cesárea. No es algo de lo que os podáis dar cuenta fácilmente, quitando mi manía de salir siempre de las casas por una ventana.

A otros les gusta coleccionar sellos; a mí me gusta inventar: una manía como otra cualquiera.

Todas las cosas suceden por necesidad, porque la causa del nacimiento de todo es el remolino de los átomos.

Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente éstas que regresan el brillo a los ojos y restauran los corazones destrozados

La cólera es una ráfaga de viento que apaga la lámpara de la inteligencia.

Envejezco, pintura soy del tiempo, reloj de carne soy, monstruo del tiempo, criatura de horas, ráfaga de tiempo.

Un suspiro de lucha da vida en medio de la muerte, somos un corazón ardiendo en rebeldía y como un huracán barreremos todas las injusticias.

¡Dejad al huracán mover mi corazón!.

¡Hombre de América! Hombre torrente y cataclismo, con una mordedura de llamas en el pecho. ¡Naciste de una piedra que rodaba al abismo y eres un ventisquero con dos garras de helecho!

Todo el aplauso del viento sobre la fronda de copa redonda y el ajedrez verde tablero donde los peones son del rey.

La ausencia acaba con las pasiones mediocres y aumenta las grandes, así como el viento apaga las bujías y aviva el fuego.

Tango querido de ayer, qué ventarrón te alejó. Junto con ella te has ido y hoy la trae tu evocación.