Sinónimos de venerar

Yo ahora era libre, podía hacer lo que se me antojara...Matarme si quería...Pero eso era algo ridículo...Y yo...Yo tenía necesidad de hacer algo hermosamente serio, bellamente serio: adorar a la vida.

¡Me complazco en no entender esto para poderte adorar en la dulce oscuridad de la fe, que me muestra tus designios tan arriba de mi mísera comprensión!

Mirar, admirar hojas verdes, hojas nacientes entre la luz solar.

Es horrible admirar el libro de un hombre y después conocerlo, y destruir todo el placer que causó su obra con unas pocas posturas egocéntricas, de modo que no sólo a uno le disgusta su personalidad, sino que nunca puede volver a leer nada de él con una mente abierta. Su pequeño ego malo siempre está espiándolo a uno detrás de las palabras.

La democracia obliga a respetar todas las opiniones... ¡pero no puede hacer nada para que todas la opiniones sean respetables!

Es verdaderamente importante para el actor o cualquier persona creativa, permitir expresarse, sentirse cómodos, con la libertad de saber que van a aprovechar tus ideas. Hay que tratar mucha gente y respetar lo que hacen. Nada vale más que el hecho de que te acepten una idea tuya y se lleve a cabo. Te da muchísima confianza.

Hemos trabajado con la esperanza de que nuestra labor coopere en la gran tarea de dignificar la vida humana por los senderos de la belleza y contribuya a levantar un dique contra el oleaje de deshumanización y vulgaridad.

Morir es la consecuencia de la vida y de nosotros depende que cuando lleguemos a ese momento lo dejado atrás sea lo suficientemente relevante como para dignificar la memoria que leguemos a nuestros sucesores

El tiempo transcurrido en glorificar a Dios y en cuidar la salud del alma, no será nunca tiempo perdido. (San Pio de Pietrelcina, el Padre Pio).

Queremos glorificar la guerra, única higiene del mundo, el militarismo, el patriotismo y el gesto destructor de los anarquistas, las bellas ideas que matan y el desprecio a la mujer.

Se ve a algunas personas equivocarse en la admiración hasta el grado de alabar en una obra la materia de la que ella pretende ser el antídoto.

¿Quién no sabe que en México seguimos al pie de la letra el precepto bíblico de alabar a los muertos? A los vivos los elogiamos cuando pueden darnos algo.

No considero nada vergonzoso honrar a los hermanos.

Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.

Casarse de nuevo no es ningún insulto a la honra del difunto; cualquier mujer puede reverenciar la memoria del marido muerto y al mismo tiempo ser feliz en compañía de un segundo esposo.

El diseño y la arquitectura se hallan en una profunda crisis. Corren el peligro de hacerse cómplices de las modas. Ya no se derivan del argumento y el razonamiento fundado, como la ciencia y la técnica, sino de la veleidad, del azar estético de que en cada momento se dé en reverenciar un arte y fustigar otro.

Sin silencio no es posible apreciar realmente la vida, cuyas fibras más sutiles son tan delicadas como in botón de rosa.

Prefiero saber apreciar lo que no puedo tener, que tener lo que no soy capaz de apreciar.

Que ni el SIDA ni el Papa han conseguido evitar que tiernos mozos y mozas se den al goce de amar

¿Es que se acaba de amar alguna vez? Hay gente que ha muerto y que yo siento que aún ama.

El deber no es otro que sentir lo grande, adorar lo bello y no aceptar, con las ignominias que nos imponen, todos los convencionalismos sociales.

Quizás logre resistir a todos los hombres, más no a Jehová Dios. En el nombre de Jehová Dios y de su Rey nombrado, Cristo Jesús, le pido que ordene a todos los funcionarios y siervos de su gobierno que permitan a los testigos de Jehová de Alemania reunirse pacíficamente y adorar a Dios sin estorbo.

Es un error de la maldad humana alabar siempre el pasado y desdeñar el presente

Es muy aburrido que todos seamos tan perfectos y tan estupendos como nos quieren hacer parecer. Todos tenemos algo bonito y hay que sacarle partido, hay que alabar eso

Una muerte honrosa puede glorificar aun una vida innoble

Es preciso no dejarse llevar a engaño: ¡no juzguéis!, dicen, pero ellos mandan al infierno a todo lo que los estorba. Al hacer que Dios juzgue, son ellos mismos los que juzgan: al glorificar a Dios, se glorifican a sí mismos...

Todo hombre está obligado a honrar con su conducta privada, tanto como con la pública, a su patria.

No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.

Casarse de nuevo no es ningún insulto a la honra del difunto; cualquier mujer puede reverenciar la memoria del marido muerto y al mismo tiempo ser feliz en compañía de un segundo esposo.

El diseño y la arquitectura se hallan en una profunda crisis. Corren el peligro de hacerse cómplices de las modas. Ya no se derivan del argumento y el razonamiento fundado, como la ciencia y la técnica, sino de la veleidad, del azar estético de que en cada momento se dé en reverenciar un arte y fustigar otro.

Aprende a amar la soledad; pero acepta siempre con gusto las interrupciones. El amor a la soledad es propio de todas las vidas triunfadoras

Estabamos conjugando como locos el verbo amar

Evaluar y prepararse a celebrar lo que se puede conseguir antes de hacerlo es un ejercicio estéril, antipático e innecesario que nunca presagia cosas buenas. Lo ideal es estar llenos de expectativas e ilusión, pero no evaluar lo que haría si, sino hacerlo después.

Estamos dispuestos a celebrar conferencias, no solo para terminar con la carrera de armamentos, sino para reducirlos al máximo, hasta llegar al desarme completo y general

Amar es una angustia, una pregunta, una suspensa y luminosa duda; es un querer saber todo lo tuyo y a la vez un temor de al fin saberlo.

¿Donde está la belleza? Allí donde uno tiene que querer con toda la fuerza de voluntad; allí donde uno quiere amar y perecer, para que tal imagen deje de ser nada más que imagen. Amar y perecer; desde todas las eternidades lo uno está ligado a lo otro.

Para servir a la patria nunca sobra el que llega ni hace falta el que se va.

El lenguaje de los políticos suele servir para ocultar y no para expresar pensamientos. Pero a algunos políticos no intentaría yo convencerlos de que fueran sinceros: podría darse el caso de que no hubiese nada que ocultar.