Sinónimos de untado

¡Son monstruos, estoy cercado de monstruos! No me devoran. Devoran mi reposo anhelado, me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma, me hacen hombre, monstruo entre monstruos.

Para un régimen independiente rojo cercado completamente por el régimen blanco, es indispensable aprovechar las ventajas del terreno montañoso de difícil acceso.

En un Universo tal que fuese acelerado por una constante cosmológica en vez de frenado por la atracción gravitatoria, habría habido tiempo para que la luz viajase de una parte a otra del Universo.

De pronto hay gente que por tener el poder de estar en una cámara y un micrófono, y poder hablar y destruir la vida de quien sea deciden que tú eres una sangrona, una no se que y una no se que, y ni siquiera han cruzado contigo tres palabras.

No hables mal del puente hasta haber cruzado el río.

Sigo el camino trazado por la Providencia con la seguiridad de un sinámbulo.

El trazado del ferrocarril obedecía los capri­chos de la sierra, yendo unas veces adherido a las faldas de la montaña, otras suspendido sobre los preci­picios, evitando los ángulos bruscos por medio de cur­vas atrevidas, penetrando en gargantas estrechas, que parecían sin salida.

¡Son monstruos, estoy cercado de monstruos! No me devoran. Devoran mi reposo anhelado, me hacen ser una angustia que se desarrolla a sí misma, me hacen hombre, monstruo entre monstruos.

Para un régimen independiente rojo cercado completamente por el régimen blanco, es indispensable aprovechar las ventajas del terreno montañoso de difícil acceso.

En un Universo tal que fuese acelerado por una constante cosmológica en vez de frenado por la atracción gravitatoria, habría habido tiempo para que la luz viajase de una parte a otra del Universo.

Un inconfundible mensaje se había cruzado entre ellos. Era como si sus mentes se hubieran abierto y los pensamientos hubiesen volado de la una a la otra a través de los ojos.

El canto, como el sueño, ha de estar cruzado de larvas.

El trazado del ferrocarril obedecía los capri­chos de la sierra, yendo unas veces adherido a las faldas de la montaña, otras suspendido sobre los preci­picios, evitando los ángulos bruscos por medio de cur­vas atrevidas, penetrando en gargantas estrechas, que parecían sin salida.

Soy un efímero y no demasiado descontento ciudadano de una metrópoli creída moderna porque todo gusto conocido ha sido evitado en los mobiliarios y en el exterior de las casas así como en el trazado de la ciudad.