Sinónimos de sangre

Y no se preocupe por su linaje poético o natural.

Siempre he creído que si se reformase la educación de la juventud, se conseguiría reforzar el linaje humano

La verdad no pertenece al orden del poder y en cambio posee un parentesco originario con la libertad: otros tantos temas tradicionales en la filosofía, a los que una historia política de la verdad debería dar vuelta mostrando que la verdad no es libre por naturaleza, ni siervo el error, sino que su producción está toda entera atravesada por relaciones de poder. La confesión es un ejemplo.

Es parentesco sin sangre una amistad verdadera.

Soy un niño del siglo XXI atrapado en una familia del siglo XIX

El que a una persona le importe otra, representa el mayor valor de la vida. A su familia y su amor debe Ud. Cultivarlos como un jardín.

Repútase casta a aquella a quien nadie requirió de amores

Es casta la que nadie requirió.

Las democracias suelen ser más tranquilas y están menos expuestas a la sedición que el régimen gobernado por una estirpe de nobles.

El primero de la estirpe está amarrado en un árbol y al último se lo están comiendo las hormigas.

Acaso la enfermedad misma sea la condición esencial de lo que llamamos progreso, y el progreso mismo una enfermedad

La literatura es la mejor mirada posible para la comprensión de la condición humana.

Yerran grandemente aquellos que para hacerse más amables afectan un carácter moral distinto al propio.

Sólo lo que hemos invertido en nuestro carácter podemos llevar con nosotros.

Proteger el trabajo es enjugar lágrimas, consolar dolores, arrancar víctimas al vicio, al crimen y a la muerte

Que su desnudez, que acompaña la desnudez de la palabra, y la dolorosa desnudez de nuestros muertos, nos ayuden a continuar alumbrando el camino que hace la paz, la justicia y la dignidad que los poderes del Estado y los señores de la muerte nos han arrancado y nos deben.

Cómo podemos enfrentarnos al crimen organizado. Junto con la corrupción y el narcotráfico, ha constituido una fuerza que no es paralela al Estado. Es realmente un Estado dentro de él

Mi deber es hablar, no quiero ser cómplice. Mis noches se verían asediadas por el espectro del inocente que, padeciendo el más horrible suplicio, expira un crimen que no ha cometido.

No es verdad que el político cesante se quede enfermo de melancolía y quiera volver al paraíso perdido. La púrpura del poder es pesada y deja más alivio que nostalgia cuando se pierde.

Su materia gris en blanco, un futuro negro augura, mientras la lluvia púrpura ahoga sus ilusiones