Sinónimos de retrete

El gazpacho se condimenta con sal, pimienta, perejil y tomate... y luego se tira por el váter

MENDIETA: Negociemos, don inodoro

El único producto de la naturaleza totalmente incoloro, inodoro e insípido es el pensamiento de mucha gente.

El aseo del vizcaíno es proverbial ; el español apenas se lava una vez en su vida y se muda una vez al año. Oíd hablar a un vizcaíno, y escucharéis la más eufórica, moral y culta de las lenguas; oídle a un español, y si sólo le oís rebuznar, podéis estar satisfechos, pues el asno no profiere voces indecentes ni blasfemias.

Una vez fui a un baño y una chica me siguió dentro firmé un autógrafo para ella en el fregadero. Fue muy gracioso porque estaba en el baño de un chico y no se avergonzaba en absoluto.

Así crecí yo: cantando en el baño con un cepillo las canciones de mi madre

Recuerdo que yo era muy pequeñita cuando mi padre toreaba en Madrid, que después dejó para dedicarse en una ladrillera. Recuerdo que él ingresaba al cuarto de baño vestido de padre normal y luego, cuando salía, estaba vestido de dios, lleno de brillos, relumbrando alamares.

Cuando me despierto, voy a tropezones hasta el cuarto de baño y bebo grandes tragos de agua del grifo hasta que no puedo beber más. Me quito mis ropas sudorosas y me derrumbo de nuevo sobre la cama, desnuda, y de alguna forma vuelvo a encontrar el sueño.

Me cagué encima de una sudadera. Quería ir al water y se me olvidó que

Para ser dichoso y ser o con toda seguridad es necesario procurar que los demás lo sean también. Tus bienes y tus males dependen en gran medida de aquellos con quienes te hayas juntado. La confidencia corrompe la amistad; el mucho contacto la consume, el respeto la conserva.

Para vivir un año es necesario morirse muchas veces mucho.

Sin el racismo, los soldados se darían cuenta de que tienen más en común con el pueblo iraquí, de lo que tienen en común con los billonarios que les envían a la guerra

El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos.

Crecí en un barrio privado de Buenos Aires... Sí, privado de agua, de luz, de teléfono

Es en efecto cuando divulgo lo privado de mí mismo cuando más me expongo: no por el riesgo del escándalo, sino porque así presento mi imaginario en su consistencia más fuerte; y el imaginario es precisamente lo que ofrece un blanco a los otros, lo que no está protegido por ningún vuelco, ninguna dislocación.

Nunca me detendré por crecer y ser mejor ser humano al servicio de esta Humanidad.

Ganar las fuerzas de la embriaguez para el servicio a la revolución: en torno a esto gira el surrealismo, tanto en sus libros como en sus empresas. Tal es lo más propio de su empeño.

La mujer es como una buena taza de café: la primera vez que se toma, no deja dormir.

He comenzado muchas canciones en una servilleta, sentado frente a una taza de café.

Para que una película parezca prodigiosa a los espectadores (...) hay que acabar el repugnante ritmo cinematográfico actual, esta convencional y enojosa retórica del movimiento de la cámara. ¿Cómo creer en el más banal de los melodramas cuando la cámara sigue al asesino por todas partes en trávelin, hasta el lavabo donde va a lavarse la sangre que mancha sus manos?