Sinónimos de penuria

Al mismo tiempo, muchos parecen tener que ver con recrear cosas que nosotros u otros ya hemos hecho; parece bastante trillado intelectualmente; ¿hay escasez de ideas realmente nuevas?

La escasez es la carencia de algo, y de esa carencia nace el deseo. Pero lo más importante no es tanto desear como desear desear.

Para conocer a una mujer hace falta toda una vida.

El secretismo, la censura, la falta de honestidad y el bloqueo de la comunicación amenazan todas las necesidades básicas.

Cada necesidad, digamos hambre de aire fresco o de alimento, es una carencia que denota, al menos, una ausencia temporal del ajuste adecuado con su entorno.

El mal no es lo contrario, sino la carencia de bien.

En la era industrial avanzada, las masas no tienen más remedio que desahogarse y reponerse como parte e la necesidad de regenerar las energías para el trabajo que consumieron en el alienante proceso productivo. Esta es la única base de masas de la cultura de masas. En ella se cimenta la poderosa industria del entretenimiento que siempre crea, satisface y reproduce nuevas necesidades.

Cesen los soberbios y cesará la necesidad de levantar a los humildes.

No puedo comprender lo que sería una libertad que me fuera dada por un ser superior. He perdido el sentido de la jerarquía. No puedo tener la libertad sino el concepto de prisionero o del individuo moderno en el seno del Estado. La única que conozco es la libertad de espíritu y de acción. Esta privación de esperanza y de porvenir significa un acrecentamiento en la disponibilidad del hombre

Toda felicidad se compone de dos sensaciones tristes: el recuerdo de la privación en el pasado y el temor de perderla en el porvenir

En general las ideas no son una prueba de fortaleza, sino de la insuficiencia de la inteligencia humana.

La lógica del pensamiento tiene que acudir siempre en ayuda de la insuficiencia del conocimiento

El principal peligro para la filosofía es la estrechez en la selección de las pruebas.

Aquel que arrebata la libertad a otro es prisionero del odio, está encerrado tras los barrotes de los prejuicios y la estrechez de miras. Nadie es realmente libre si arrebata a otro su libertad, del mismo modo que nadie es libre si su libertad es arrebatada. Tanto el opresor como el oprimido quedan privados de su humanidad.

Para declarar como virtuoso a un sentimiento, a un acto cualquiera, no basta reconocer en él alguna señal de sacrificio, de austeridad o de bondad; es preciso mirar ante todo si, por ventura, no es opuesto a los deberes de la justicia y de la caridad universal.

La austeridad es una de las grandes virtudes de un pueblo inteligente.

Es un gran error pensar que cualquier comunidad humana hubiera sido más fácil, si hubiera pasado sin según que producciones culturales. Riqueza y pobreza son sólo conceptos relativos. Al que sólo piensa en cosas materiales, siempre se le habrá de considerar el más pobre

Nosotros vemos en la confianza un medio de inversion, en la inversion una herramienta de crecimiento y en el crecimiento una posibilidad de superar pobreza y construir equidad *

Llamarse jefe para no serlo es el colmo de la miseria

La pobreza y la miseria forman al artista.

No hay credulidad tan ansiosa y ciega como la credulidad de la codicia, que es, en su medida universal, la miseria moral y la indigencia intelectual de la humanidad.

Ante el Propietario Supremo, venimos a ser todos indigentes iguales. Hasta el presente, alguien puede ser un pordiosero, un pobre diablo, respecto a su vecino, en adelante toda distinción se borra, pues todos son indigentes, y la sociedad comunista se resume en lo que puede llamarse la indigencia generalizada.

Cuando la violencia de las pasiones mengua y su fuego se amortigua, el hombre se ve libre de un pelotón de tiranos.

No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni cruel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas.

Usted aprende y usa lo aprendido para volverse lentamente sabio para saber que al fin el mundo es esto en su mejor momento una nostalgia en su peor momento un desamparo y siempre siempre un lío...entonces usted muere

Tuve que luchar contra mí misma para no caer en esa anticipación del desamparo y de la desdicha, para volver a ejecutar actos cotidianos, saber que aún vivías y estarías pronto de vuelta en el Jardín Azul.

Silenciosamente apuro mi sed, mi sed no saciada, y la guardo congelada para un alivio futuro.

Sería cuestión de preguntarse qué es lo que le causa un mayor daño al alma de la humanidad: si la codicia enceguecedora o el apuro devastador.

A la modestia le sienta bien un grupo social selecto y cerrado. Ya en un grupo más numeroso el inmodesto se lleva siempre la palma...

La modestia no es otra cosa que el orgullo vestido de máscara.

La educación ha logrado que las personas aprendan a leer, pero es incapaz de señalar lo que vale la pena leer.

En una sociedad donde no hay algo por lo que valga la pena morir, tampoco hay nada por lo que valga la pena vivir.

Ser humano exige ver lo perecedero y el mismo perecimiento como elementos de nuestra propia condición.

Dejé que nadie moleste mi concentración, Incluso el hambre no me podía molestar

El hambre le tortura en forma tal que comprende que si no la apacigua en seguida enloquecerá. Se muerde un brazo hasta que siente, sobre la lengua, la tibieza de la sangre. Se devoraría a sí mismo, si pudiera. Se troncharía ese brazo.

Justo es aquello que es igual en el amor y en el sufrimiento y en la amargura y en la dulzura, [justo es] aquel a quien no lo estorba ninguna cosa para hallarse [como] uno en la justicia.

No creo en Dios, lo que no quiere decir que no considere la religión un aspecto culturalmente fundamental de la existencia. Mi familia pertenecía a esa generación de judíos que se acercaron a la religión después de la guerra con una actitud que revelaba un paradójico sufrimiento del Holocausto, muchos sintieron la necesidad de acercarse a sus raíces.