Sinónimos de panza

Debemos esperar mucho del tiempo, su inmenso vientre contiene más esperanzas que sucesos pasados y los prodigios futuros deben ser superiores a los pretéritos

La revolución no escoge sus caminos: hizo sus primeros pasos hacia la victoria bajo el vientre del caballo de un cosaco

Si ves a un anciano te dan ganas de felicitarlo por su longevidad, de preguntarle el secreto de la supervivencia. Todos envidian a los gorditos, porque su aspecto significa que no han tenido problemas para comer, como la mayoría de nosotros. Aquí es distinto: las arrugas no son deseables, y una barriga redonda no es símbolo de éxito.

Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simúltaneamente.

Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simúltaneamente.

Si ves a un anciano te dan ganas de felicitarlo por su longevidad, de preguntarle el secreto de la supervivencia. Todos envidian a los gorditos, porque su aspecto significa que no han tenido problemas para comer, como la mayoría de nosotros. Aquí es distinto: las arrugas no son deseables, y una barriga redonda no es símbolo de éxito.

La noche pasa a través del tiempo como un calambre en el vientre de una mujer parturienta.

El proletariado es una contradicción interna del capitalismo; se gestó en el vientre del capitalismo.

Los periodistas me queréis clavar un pino en la tripa

Cualquiera que tenga la tripa llena de clásicos es un enemigo de la humanidad.

Yo, pancho Villa, fui un hombre leal que el destino trajo al mundo para luchar por el bien de los pobres y que nunca traicionaré ni olvidaré mi deber

Tengo el deber de informarle que pancho Villa se encuentra en todas partes y en ninguna a la vez

Cuanto más engorda uno, más prudente se vuelve. Prudencia y barriga son dos cosas que crecen simúltaneamente.

La barriga se sacia rápido, el espíritu no se sacia nunca.

Y si alguna vez me callo es que ya no habrá nada que decir, aunque no se haya dicho todo, aunque no se haya dicho nada.

Y sonrío y me callo porque, en último extremo, uno tiene conciencia de la inutilidad de todas las palabras.

No me caigo bien a mí mismo, dijo alguien para explicar su propensión a la sociedad. El estómago de la sociedad es más sólido que el mío, me aguanta.

Diría que amo encontrarte y sentir dentro de mí una mariposa presa aleteándome en el estómago y muchas ganas de reírme de la pura alegría de que existía y estás, de saber que te gustan las nubes y el aire frío de los bosques de Matagalpa.

Y si alguna vez me callo es que ya no habrá nada que decir, aunque no se haya dicho todo, aunque no se haya dicho nada.

Y sonrío y me callo porque, en último extremo, uno tiene conciencia de la inutilidad de todas las palabras.

Todo lo que se come sin necesidad se roba al estómago de los pobres.

Nadie puede ser sensato con el estómago vacío