Sinónimos de olvidar

Cuanto más grande es el talento de un hombre, mayor es su poder para extraviar a los otros.

Un libro, para una inteligencia que no tiene medios de juzgarlo, es una especie de tirano: sojuzga, y lo mismo puede dirigir que extraviar

Me asustaba el hecho de que iba a morir y me asustaba perder mi carrera deportiva. No estoy seguro de lo que pensé primero: nunca correré más o voy a morir

Prefiero perder una vez 5-0 que no cinco veces por 1-0

La libertad de expresión es un bien escaso. Sería terrible dejar a los fanáticos marcar los límites

Nosotros exigimos que nuestros hombres hagan lo que se les diga. Nuestra organización es tan especializada y todas sus partes dependen de las otras de tal modo que es imposible pensar en dejar a nuestros obreros hacer lo que quieran. Sin la más rigurosa disciplina llegaríamos a la confusión más extrema.

Un padre puede darle la espalda a su hijo, hermanos y hermanas pueden convertirse en inveterados enemigos, los maridos pueden abandonar a sus esposas, pero el amor de una madre dura para siempre

No quiero abandonar tus manos claras y complicadas, nacidas en el encerrado espejo de las mías. Todo lo demás es perfecto, todo lo demás es todavía más inútil que la vida.

Aconsejar a otros, y desatender su propia seguridad, es insensato.

Los trabajos fuera de su hacienda les hacen descuidar ésta, con lo que la llevan definitivamente a la ruina.

Un hombre nunca debe descuidar a su familia por cuidar sus negocios.

Cuando uno compara la amenaza que surge de las armas nucleares con los efectos que ejercen sobre la humanidad los otros siete pecados capitales, es imposible dejar de ver que entre los ocho, éste es el que más fácilmente se puede evitar.

Yo no puedo ser escalera para nadie. Yo no puedo dejar que me usen. Yo tengo que usar a los demás

Es perdonar al vencido el triunfo de la victoria.

Las tres cosas más difíciles en este mundo son: guardar un secreto, perdonar un agravio y aprovechar el tiempo.

Tolerancia significa disculpar los defectos de los demás; tacto, no reparar en ellos.

Antes de censurar, siempre habría que ver si no se puede disculpar

A decir verdad Dios no parece necesitar razones para hacer lo que hace y para omitir lo que omite, al igual que sus criaturas

No es posible afirmar algo sobre la realidad sin omitir muchas cosas que son también verdaderas.

Es un error de la maldad humana alabar siempre el pasado y desdeñar el presente

La teología es el pensamiento aplicado a la religión; y los que prefieren una religión sin pensamiento no tienen por qué desdeñar a los que tienen gustos más racionalistas

El alma humana puede desarrollar su vida ideal, dentro de lo posible, en una unión dinámica con el mundo; y puesto que esta unión implica diferencia, ningún alma necesita siquiera intentar imponer su lenguaje ni sus costumbres a las otras partes de la naturaleza, ni renunciar o negar la originalidad de sus propias ideas y placeres.

Es más fácil negar las cosas que enterarse de ellas

Su experiencia, como tantas veces sucede, le hizo desconocer la verdad.

Quien observa lo hace desde un cierto punto de vista, lo que no sitúa al observador en el error. El error en verdad no es tener un cierto punto de vista, sino hacerlo absoluto y desconocer que aun desde el acierto de su punto de vista es posible que la razón ética no esté siempre con él.

La desgracia caerá sobre el temerario que desea saber lo que debiera ignorar y acometer lo que excede a sus facultades.

El retrasarse, la pereza, los caprichos, la histeria, el mal genio, ignorar el papel, la necesidad de hacerse repetir dos veces la misma cosa, son males igualmente dañinos para la obra, y deben ser extirpados

Están deseando borrar la luz de la razón y del pensamiento. ¡Cuidado!

Vientos de revancha son los que parecen traer algunos de los Ayuntamientos recientemente constituidos. Las calles dedicadas a Franco y a José Antonio lo estarán a partir de ahora a la Constitución. En Valencia la Plaza del Caudillo pasará a llamarse del País Valenciá. Y no hemos hecho más que empezar. Se dedican a borrar la historia.

Porque aunque parezca que el cine es el lenguaje por excelencia para sugerir, el lenguaje de los sueños, de lo irracional, para nada, el cine es muy muy objetivo: hay cosas que en una novela puedes pasar por alto pero que en la película tienes que mostrar

Tampoco podemos pasar por alto la probabilidad de que la inculcación constante de una creencia en Dios en la mente de los niños produzca un efecto tan fuerte, y quizás heredado, en sus cerebros no totalmente desarrollados, que les resulte tan difícil librarse de su creencia en Dios, como a un mono de su miedo y aversión instintivos a una serpiente