Sinónimos de oasis

Con árboles altos como cortavientos, cítricos en el medio, y una cubierta de abono verde bajo ellos, he hallado la forma de tomármelo con calma y dejar que el vergel se cuide a sí mismo.

No me pidas una flor, que en el jardín y el vergel eres tú la flor mejor.

Las declaraciones del Presidente del Gobierno son un acto de cobardía sin límites y suponen una humillación más...se comporta como una persona que no cumple su principal obligación: someterse a la Ley... Ahora se mendiga una tregua

El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.

Me enteré de que el árbitro no entró solo al camerino en el descanso después del primer tiempo

Fuiste verdad visible, combustión, palabras que mis manos llovían sin descanso desde el temblor de un vértigo insondable.

Ningún descanso me redime del trabajo; la noche persigue mi reposo al día y el día a la noche

La lectura alimenta el espíritu y le da reposo cuando está fatigado por el esfuerzo.

Es un alivio encontrar en un libro de reglas o de leyes alguna que nunca te afectará.

De las miserias suele ser alivio una compañía.

Lo mismo da correr o parar, yo te sigo casi sin necesidad, un refugio es lo mejor con el cuerpo de los dos.

El café (establecimiento en el que se sirve la nueva bebida) se convierte en el lugar de cita de los elegantes, de los ociosos y también el refugio de los pobres.

La quietud fuera de la lluvia una mariposa vaga en mi alcoba.

Nos habita el paraíso ungido de fragancias tatuamos en la piel arcángeles inermes y dejamos así -balsa y fuego- las próximas estrellas de quietud en la memoria.

La casualidad es siempre actual; ten siempre echado tu anzuelo. En el remanso donde menos los esperes estará tu pez.

El corazón que no ama es una cisterna tenebrosa, un depósito inmóvil que no recibe ni da. El corazón que ama es el remanso a cielo abierto, donde las mil corrientes del mundo descansan un instante para partir otra vez.

Una alondra se vuela respiro la niebla, ¡Yo camino sobre nubes!

Y aunque estés así tan radiante, rendida en la niebla, yo no respiro hasta ver tu despertar...

Con árboles altos como cortavientos, cítricos en el medio, y una cubierta de abono verde bajo ellos, he hallado la forma de tomármelo con calma y dejar que el vergel se cuide a sí mismo.

No me pidas una flor, que en el jardín y el vergel eres tú la flor mejor.

El matrimonio debe combatir sin tregua un monstruo que todo lo devora: la costumbre.

La vida es una guerra sin tregua y morimos con las armas en las manos.

¿Qué significa para nosotros el domingo, el día del Señor? Es un día para el descanso y la familia, pero antes de nada es un día para Él.

Disimular es extender un velo compuesto de tinieblas honestas, del cual no se forma lo falso sino que se da un cierto descanso a lo verdadero.

La única forma de que la velocidad de la luz sea la misma para una persona en reposo y otra en movimiento es que su sentido del espacio y del tiempo difiera.

El reposo no es el destino del hombre, y la seguridad es sólo una ilusión.

La admiración es un alivio para la atención, un término que ésta se prescribe para su placer y reposo.

Silenciosamente apuro mi sed, mi sed no saciada, y la guardo congelada para un alivio futuro.

El refugio siempre lo encuentro en la soledad. Pero hablo de la soledad buena, la que escoges sabiendo que siempre hay alguien a quien recurrir. Lo que pasa es que vivimos en un mundo tan convulsionado y tan complicado que uno de los más grandes afanes que puede tener una persona, por lo menos yo, es estar tranquilo.

Fue poco a poco haciéndose reservado y triste; sintió anublado su espíritu por las sombras que la soledad engendra, y sólo halló para sus pensamientos puerto de refugio en la esperanza del porvenir.

Allí donde reinan la quietud y la meditación, no hay lugar para las preocupaciones ni para la disipación.

Para recibir el don de la felicidad el talante más adecuado es, pues, el desprendimiento: no estar prendido a nada, desprenderse de todo. La felicidad, como el pájaro libre, no está nunca en mano, sino siempre volando. Pero tal vez, con suerte y quietud por nuestra parte, se pose, por unos instantes, sobre nuestra cabeza.

La casualidad es siempre actual; ten siempre echado tu anzuelo. En el remanso donde menos los esperes estará tu pez.

El corazón que no ama es una cisterna tenebrosa, un depósito inmóvil que no recibe ni da. El corazón que ama es el remanso a cielo abierto, donde las mil corrientes del mundo descansan un instante para partir otra vez.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo pasa a ser mi universo, el credo que se nutre; la aromática lámpara que alzo estando ciego cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Sigue durmiendo sin verme que yo, despierto, a tu lado, vuelo al vuelo de tu sueño y estoy tan cerca de ti, que respiro por tu cuerpo.