Sinónimos de mareo

El desvanecimiento de los ideales es triste prueba de la derrota del esfuerzo humano.

El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados.

Llevadme, por piedad, a donde el vértigo con la razón me arranque la memoria. ¡Por piedad! ¡Tengo miedo de quedarme con mi dolor a solas!

El se desmayó delante de mi. No fueron las pastillas, fueron los hombres de gris.

Ahora cuando nuestros cuerpos arriesgan un encuentro, temen desencadenar la furia de sus sentidos, y sólo en el breve desmayo de la despedida se estremecerá tu risco o vacilará mi ola.

Ciertos pensamientos que no tienen ninguna posibilidad de éxito no se toman la molestia de pasar por tu cabeza.

Todo el mundo quiere tener un amigo, pero nadie se toma la molestia de convertirse en uno.

Nunca me enfado por lo que la gente me pide sino por lo que me niega.

Es un necio quien no puede enfadarse; pero es un sabio quien no se enfada, pues el enfado nada compone y sólo castiga al mismo que se enfada

Entre lo que deseamos vivir y el intrascendente ajetreo en que sucede la mayor parte de la vida, se abre una cuña en el alma que separa al hombre de la felicidad como al exiliado de su tierra.

Ellos viven en ciudades. Viven en el ajetreo de la rutina laboral, la locura de trasladarse al trabajo. La locura en el trabajo. La locura de volver del trabajo. El tráfico. La congestión. Están atrapados en eso. Yo me he librado.

Es achaque de gobiernos primerizos dejar la economía en manos expertas, porque al profano le parece difícil, y tomar en manos propias, no expertas, la política exterior, porque al profano le parece fácil.

En general, las mujeres hablan desdeñosamente de los hombres tímidos, pero en el fondo les gustan. Un poco de aturdimiento lisonjea su vanidad y se sienten más fuertes; es una especie de tributo que se les paga.