Sinónimos de interesar

¡Cuántas almas se pueden atraer con el buen ejemplo!

La manera de atraer y motivar a las personas determina el éxito del líder.

Sólo a través de la mujer llegó el hombre a gustar del árbol del conocimiento — ¿Qué había ocurrido? Al viejo Dios lo invadió una angustia infernal. El hombre mismo había sido su máximo fallo.

El filósofo no se contenta con gustar de la vida, sino que quiere penetrar en ella, reduciéndola, haciéndola consciente, transparente a su razón

Querer agradar a los demás es una trampa peligrosa.

Una nación que quiere agradar a todos merece ser despreciada por todos.

Hay tres fuerzas, tres únicas fuerzas en la tierra capaces de vencer y cautivar para siempre la consciencia de estos débiles rebeldes, para su felicidad. Son: el milagro, el misterio y la autoridad.

La vanidad nos persigue hasta en el lecho de la muerte. La soportamos con entereza porque deseamos superar su terrible grandeza y cautivar la admiración de los espectadores

Hay muchas variantes del liberalismo. Hay un liberalismo de gobierno cero; anarquista. Hay un liberalismo de gobierno limitado. Comparten un montón en términos de sus valores fundamentales. Si los llevas hasta sus últimos términos, son diferentes. No parece importar en la práctica, porque ambos queremos trabajar en la misma dirección.

Siempre para adelante sin importar el estado del auto o de la pista

Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen en primer lugar una solidaridad de hecho. La agrupación de las naciones europeas exige que la oposición secular entre Francia y Alemania quede superada, por lo que la acción emprendida debe afectar en primer lugar a Francia y Alemania

No tengo ni idea cómo me va a afectar la retirada ni lo que voy a hacer. Pero no tengo miedo. Por el contrario, hay muchas cosas que quiero vivir

Siempre quise ser él. Estaba tan enamorado de Los Beatles, vestía como John Lennon y fingía tocar la guitarra y tener mini-conciertos de The Beatles para mi familia

Todo lo que quería hacer de grande era tocar jazz y viajar y es lo que hice toda mi vida.

Cuando algo es moralmente correcto hay que defenderlo sin preocuparse de las consecuencias políticas o personales que vamos a pagar

Es una tontería preocuparse del mundo, éste no se preocupa por ello

¿Vale la pena afanarse durante veinte años para llegar a la duda, que crece por sí misma en todas las cabezas inteligentes?

Es lo que sé de la crueldad de la paciencia. No hay paciencia más terrible que la paciencia de las trastornadas. He visto a dementes afanarse en tareas interminables: trasvasar arena de una taza perforada a otra, contar las puntadas de un vestido raído o las motas en un rayo de sol, rellenar con las sumas resultantes libros invisibles de contabilidad.

Súbitamente comprendí que todas las cosas sólo van y vienen incluido cualquier sentimiento de tristeza: también se irá: triste hoy alegre mañana: sobrio hoy borracho mañana ¿Por qué inquietarse tanto?

Entre motivar y controlar elijo motivar. El control constriñe; la motivación libera

Es tarea del profesor el motivar a sus estudiantes.

Para contar mi historia debo remontarme muy atrás. Si me fuera posible, tendría que ir aún más atrás, hasta los primeros años de mi niñez y más allá de ellos, al remoto pasado de mis orígenes.

Sólo somos animales. Vivimos tratando de ser menos solitarios. Uno de los métodos antiguos es contar una historia que comienza con algo como Esa es la forma que es, o por lo menos, la que pienso que es. Usted no está tan solo como piensa.

Quienes dicen que el arte no debe propagar doctrinas suelen referirse a doctrinas contrarias a las suyas.

La teoría no puede referirse nunca a lo real, pero en cambio tiene que estar en relación con el lenguaje. Una objeción contra la matemática.

Aclaremos de una vez que lo que se ha dado en llamar socialismo real no es el socialismo. El culto a la personalidad, la dictadura del partido único, la nomenclatura, la falta de respeto a los derechos humanos y la persecución del disidente no tienen absolutamente nada que ver con el pensamiento de Carlos Marx.

Siempre a la juventud le ha gustado ser incendiaria y después llamar a los bomberos.