Sinónimos de dejo

¿Qué animal es ese que tanto quieres? -Es Toto, mi perro. ¿Es de hojalata o está relleno de paja? -Ninguna de las dos cosas. Es un...Un...Perro de carne y hueso. ¡Vaya! Es un animalito raro y, ahora que lo miro bien, bastante pequeño. Sólo a un cobarde como yo se le ocurriría morder a un animalito tan pequeño manifestó el León con acento apenado.

El acento es el alma del discurso.

Después de tantas batallas, de tan felices y gloriosos esfuerzos, antes que deje el sol de alumbrarnos para siempre, que consentir que se establezca en América un centro, una corona

El miedo a qué piensan los demás es la mayor prisión en la que vive la gente. Lo que me pasó a mí con toda la naturalización que viví fue que dejé a un lado ese miedo a qué puede pensar la gente de mí y cuando lo haces te das cuenta de que hasta ese momento has estado viviendo en una cárcel y lo que me aportó fue una comprensión de lo fácil que es para unos pocos controlar a la gran mayoría.

Los dientes le vibraron como diapasones dentro de sus cavidades, cada uno de ellos produciendo un tono perfecto, claro como el etanol.

No estaría exagerando si dijera que si toda la bebida de licores fermentados fuera abolida, todo tipo de delincuencia pasaría a un cuarto de su valor actual, y el tono del sentimiento moral en el orden más bajo podría ser por tiempo indefinido elevado

Sonaba tan real, tan cercano. Sólo cuando desaprobaba mi conducta, como ahora, emergía el verdadero recuerdo de su voz, la textura aterciopelada y la entonación musical que la convertían en el más perfecto de los sonidos.

Cuando estuve encarcelado, comprendí otra cosa: que se puede tener a un solo hombre por todo auditorio y, a través de él, hablar a toda la humanidad. Sin gritar: en voz baja, con una entonación muy de charla, muy íntima.

Esta canción es un argumento. Es una pelea entre compañeros. Vos sos amable al intentar dar palmadas alrededor de la cara de alguien intentando que despierte y deje de lado una idea. En mi caso es una pelea que yo no tenía mientras él estaba vivo.

Nunca dejé de escribir, incluso en los momentos más difíciles de mi vida. Escribo para mí y no para dejar algo detrás mío sino para aliviar mi sufrimiento.

El hombre no asocia ideas de acuerdo a la lógica o verificable exactitud, sino de acuerdo a su gusto e intereses. Es por esta razón que la mayoría de las verdades no son nada más que prejuicios.

A los mayores tiranos siempre les gustó tener fama de liberadores

La brujería es la salsa que los idiotas vierten sobre el fracaso para ocultar el sabor de su incompetencia.

Lo que otorga a las acciones humanas un sabor de justicia es esa nobleza o galantería de ánimo, que se da muy raras veces, que hace que un hombre desprecie las ventajas que podría obtener en su vida como resultado del fraude o del quebrantamiento de una promesa.

Nunca me retiraré. Tendrán que quitarme la cámara para que deje de hacer películas. Moriré haciendo películas.

Ojalá que de las mentiras y los engaños, no se deje engañar la gente

La alegría de los pobrecitos hombres, aunque tenga motivo sobrenatural, siempre deja un regusto de amargura. -¿Qué creías? -Aquí abajo, el dolor es la sal de nuestra vida.

Necesitaba consolarme. A menudo acudía a unas veladas que tenía lugar en casa de un viejo amigo aun sabiendo que sólo me dejaban las heces de una charla vacía y un regusto amargo.

A los jóvenes les digo sean transgresores, opinen, la juventud tiene que ser un punto de inflexión del nuevo tiempo.

El punto de inflexión en mi carrera llegó al darme cuenta de que las negras deberían jugar a ganar, en lugar de sólo buscar igualar.

La tonalidad y el lenguaje corporal determinan que la palabra Hola signifique un simple reconocimiento, una amenaza, una humillación o un agradable saludo.