Sinónimos de cacharro

Hacia tus pies resbalo, a las ocho aberturas, de tus dedos agudos, lentos, peninsulares, y de ellos el vacío de la sábana blanca caigo, buscando ciego y hambriento tu contorno de vasija quemante.

La mujer es la única vasija que aún nos queda donde verter nuestro idealismo.

—Hace un millar de años, creíamos que el mundo era un cuenco —dijo—. Hace quinientos años sabíamos que era un globo. Hoy sabemos que es plano y redondo y que viaja por el espacio a lomos de una tortuga. —Se dio la vuelta y le dedicó al sumo sacerdote otra sonrisa—. ¿No se pregunta usted qué forma resultará tener mañana?

–Sírveme un poco de té –susurró. Él levantó la taza y se la tendió. –De tu boca.

Qué desamparado se siente uno cuando tiene una taza llena de café en la mano y comienza a estornudar.

La ira: un ácido que puede hacer más daño al recipiente en la que se almacena que en cualquier cosa sobre la que se vierte

Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente

Por eso a veces en el casco hago pogos con gogos. Soy el filólogo; Micrófonos con mono drogo. ¡Coño! Con tonos monocromos yo

Cuando veías el casco amarillo en tus espejos, sabías a que atenerte.

El homenaje más importante que cualquier ser humano puede hacer a una poesía o trozo de prosa que ama es aprenderlo de memoria. No con la cabeza, sino con el corazón, la expresión es de vital importancia.

Un virus es un trozo de ácido nucleico rodeado de malas noticias

Todos los infortunios de los hombres derivan una sola cosa: no saber quedarse tranquilos en una habitación. Pensamientos, fragmento 126.

Solo un gran soldado amó esa idea (la unidad latinoamericana), solo él, habría sido digno de realizarla, y, ese grande hombre, es hoy un muerto: Eloy Alfaro... Sólo él tenía entre sus manos, el fragmento de la espada rota de Bolívar.

...he tenido ocasión de observar muchas veces cómo poderosas organizaciones con una poderosa prensa se hicieron añicos bajo el impacto de los acontecimientos, y cómo, por el contrario, pequeñas organizaciones con una prensa técnicamente débil se transformaron en corto tiempo en fuerzas históricas.

Rompes a llorar o a reír. Creo que vale la pena hacerse añicos por esos sentimientos

No tengo miedo a opinar, tengo miedo de convertirme en otro imbécil más que por el hecho de ser notorio se cree que al público le interesa su opinión. ¿Por qué un artista o un tipo notorio tiene que andar diagnosticando, tirando la precisa? ¿Acaso uno por tener un cacho de fama sabe más que un albañil, que un colectivero? Por favor, dejémonos de jorobar...

Yo soy un cacho de Buenos Aires

Las palabras no tienen absolutamente ninguna posiblidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases todo se va al traste

Hasta donde hemos perdido la creencia, hemos perdido la razón. Ambos tienen la misma condición autoritaria y primaria. Ambas constituyen métodos de prueba que, a su vez, no admiten ser probados. Y en el acto de aniquilar la idea de la autoridad divina, damos al traste con aquella autoridad humana de que no podemos dispensarnos ni aún para decir que dos y dos son cuatro.

Si la música es una arquitectura congelada, entonces el potpourri es un chisme de cafetería congelado... El potpourrí es el arte de añadir manzanas a peras...

Un chisme es como una avispa; si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella

Un trasiego de tópicos, de alegre trapicheo con palabras vacías de sentido, de chatarra retórica sin hueso argumental ha acabado por vetar los debates sobre los problemas de los ciudadanos, los de ahora y los que han de llegar. Esa vaguedad no guarda ninguna relación con la inevitable abstracción de los principios, de los ideales.

Asumí el control del merchandising no porque pensara que iba a hacerme rico, sino porque deseaba controlarlo. Deseaba ser un soporte por cuestiones sociales, seguridad, y razones de calidad. No quería que alguien usara el nombre de Star Wars en una pieza de chatarra

Hasta donde hemos perdido la creencia, hemos perdido la razón. Ambos tienen la misma condición autoritaria y primaria. Ambas constituyen métodos de prueba que, a su vez, no admiten ser probados. Y en el acto de aniquilar la idea de la autoridad divina, damos al traste con aquella autoridad humana de que no podemos dispensarnos ni aún para decir que dos y dos son cuatro.

Las palabras no tienen absolutamente ninguna posiblidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases todo se va al traste

Como el mueble y la tela, tu desnudo ya no tenía imponencia bajo el aire, bajo el alma, bajo nuestras almas. Nosotros ya no entendíamos de aquello. Era el suelo de un ámbito celeste, imponderable. Éramos transparencias altísimas, calientes.

La papelera es el primer mueble en el estudio del escritor.

–¡Desear! Es cosa del pequeño burgués idealista. ¡Hacer con orden y sin miedo! Eso es del hombre del partido

Cada cosa que yo hago y cada cosa que decido dejar de hacer está motivada por un deseo, pueda yo identificarlo o no

Es vil superstición. Y así, la meta de los valientes se convierte en vaivén de necios; la noble ambición de personas elevadas, en juguete de esas liebres domesticadas.

El que se deja llevar por el ímpetu del arrebato será siempre un juguete de sus pasiones y un esclavo del primero que sepa observarle.