Sinónimos de batel

El Barça casi siempre juega contra 10 (5/11/2010))

La vida conyugal es una barca que lleva dos personas en medio de un mar tormentoso; si uno de los dos hace algún movimiento brusco, la barca se hundirá.

En busca de la ballena habíamos estado navegando por el Ecuador a unos veinte grados al oeste de las Galápagos; y toda nuestra faena, después de determinado nuestro derrotero, fue ajustar las vergas y mantenernos a favor del viento: el buen barco y la constante brisa harían el resto.

¿Qué se puede hacer cuando un barco que transporta cientos de pasajeros naufraga y sólo se dispone de un bote salvavidas? Cuando el bote esté lleno, aquellos que odian la vida tratarán de cargarlo con más gente y acabarán hundiéndolo. Aquellos que aman y respetan la vida tomarán un hacha del barco y cortarán las manos de aquellos que se agarren a los costados del bote.

No hay consejo más leal que aquel que se da desde una nave en peligro

En la nave espacial Tierra no hay pasajeros, todos somos tripulación.

Navega, velero mío, sin temor, que ni enemigo navío ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor.

Evitad las menudas superfluidades, porque por una rendija puede naufragar un navío

Solamente advirtió que la vela ardería mejor y hacer el equipaje sería más fácil y el mundo más feliz, si pudiese dar y recibir algo de amor humano.

Hay solamente dos maneras de esparcir la luz, ser una vela o el espejo que la refleje.

No abandones tu embarcación en el mar de la suerte; sigue remando, pero rema con desenvoltura, y reflexiona una vez más

Llamar a un Zodiac balsa inflable no es hacerle justicia. Un Zodiac tiene diseño. Tiene hidrodinámica. Está hecho para navegar. La parte inflable tiene forma de herradura; las puntas señalan hacia atrás y se adelgazan, adoptando forma cónica. El suelo de la embarcación está hecho de pesadas tablas entrecruzadas y en la popa hay un codaste que no deja entrar el agua y sostiene el motor.

Una sirena llora la salida de un barco sobre el agua que borra

Predicar sin practicar es lo mismo que construir un barco y dejarlo en la orilla.

El bote se aleja y forma un camino blanco. Mi dolor y su huella.

Un buen capitán no se baja del barco hasta que a los marineros los ponen en un bote y llegan a tierra y a mi los marineros no me han retirado ni el apoyo ni la confianza

No me gusta aferrarme a las cosas materiales. Tenía una lancha hermosa y un día se me dio vuelta y se me hundió, tenía un departamento y se me incendió, tuve un montón de cosas y las perdí. Mi seguridad es mi fuerza interior, mi espiritualidad